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DEVALUACIâN EL PESO

Brasil reconoce el efecto negativo de la crisis en sus exportaciones

Argentina y Brasil han mantenido múltiples conflictos comerciales por la situación económica de ambos países y por la devaluación, en 1999, del real brasileño.

La crisis argentina ya afecta a los empresarios brasileños. Así lo reconoció ayer el ministro de Hacienda, Pedro Malan, en una entrevista a la cadena de televisión Globo. "La crisis de Argentina ya afecta a los exportadores brasileños que todavía no reciben los pagos de sus ventas", declaró. No obstante, el ministro subrayó que el interés principal de su Gobierno no es el efecto negativo que la devaluación del peso pueda tener en las exportaciones brasileñas, sino que Argentina recupere el crecimiento.

"Tenemos que adoptar una visión que no sea de corto plazo. En lugar de preocuparnos con las dificultades del día a día, tenemos que preocuparnos con la posibilidad de que Argentina pueda retomar su crecimiento económico", lo que propiciará un aumento de las importaciones brasileñas, dijo Malan, quien despreció los riesgos de una hiperinflación.

El ministro reconoció que para ello deben confluir varias condiciones, aunque se mostró confiado, porque "ellos saben lo que hay que hacer y están trabajando en esa dirección".

Por su parte, el ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Sergio Amaral, afirmó el lunes que "la devaluación del peso nos lleva a creer que Argentina aumentará su competitividad y reanudará su crecimiento", lo que será positivo para el comercio en el Mercosur (bloque comercial que engloba a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay). Amaral mostró la disposición de Brasil "a negociar más con ellos" cuando los argentinos tengan su casa en orden.

Argentina y Brasil han mantenido múltiples conflictos comerciales por la situación económica de ambos países y por la devaluación, en 1999, del real brasileño. Con la intención de ratificar la apuesta por el Mercosur, el ministro de Exteriores de Argentina, Carlos Ruckauf, viaja hoy a Brasil, donde se encontrará con el presidente, Fernando Henrique Cardoso, y varios de sus ministros. Fuentes del Gobierno argentino dijeron que Ruckauf garantizará que no se pongan trabas al ingreso de productos brasileños, aunque pedirá que se congelen los subsidios brasileños para las industrias. Dichas fuentes apuntaron, además, que la devaluación del peso hace innecesario aplicar las salvaguardas comerciales que había pedido Argentina a Brasil el año pasado para compensar los desfases provocados por la devaluación del real. "La diferencia cambiaria dejó de ser una disculpa. Todas las excepciones deben ser revisadas", declaró el secretario ejecutivo de la Cámara de Comercio Exterior de Brasil, Roberto Giannetti de Fonseca.

Además de Brasil, los efectos de la crisis argentina se temen en países que, como Ecuador, tienen una economía dolarizada. A pesar de que la situación no es equiparable, los inversores podrían considerarlos sistemas monetarios similares.

 

Cardoso encara la renuncia de 13 ministros

Las próximas elecciones brasileñas, que se celebrarán el 6 de octubre, han puesto al presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, en la difícil situación de buscar sustitutos a 13 de sus ministros, que ya han anunciado que dejarán el Gabinete antes de abril. Según la legislación brasileña, los aspirantes a cargos electivos deben renunciar a sus puestos en la Administración seis meses antes, y 13 ministros tienen previsto presentarse a las elecciones, en las que se elegirán, además de al nuevo presidente, a 27 gobernadores y a los integrantes de las cámaras legislativas.

La remodelación del Gobierno de Brasil coincide con la del Ejecutivo chileno. El presidente, Ricardo Lagos, procedió el lunes a la tercera y mayor remodelación de su Gabinete, con el cambio de seis de 15 ministros. Dos de ellos siguen en el Gobierno, aunque con carteras distintas, y destacó la elección de una mujer, Michelle Bachelet, para el Ministerio de Defensa.

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