Airbus congela precios para aliviar los costes a las líneas aéreas
Airbus ha decidido no poner más trabas a sus clientes, las aerolíneas, que atraviesan una grave crisis por la caída de la demanda. El consorcio ha decidido reducir costes de forma temporal como medida de apoyo financiero a los compradores de las aeronaves.
El fabricante aeronáutico europeo Airbus anun-ció ayer un dispositivo temporal de medidas para congelar o reducir varios costes de sus componentes y servicios, con el objetivo de "aliviar" las cargas operativas de las compañías aéreas en este periodo de recesión.
El objetivo es "mitigar las dificultades financieras, reduciendo carga de trabajo y costes", y para ello se va a poner en marcha una acción "concertada" con los proveedores y vendedores de la compañía europea, indicó en un comunicado.
La primera medida es la congelación durante un periodo de seis meses de los precios de catálogo de sus repuestos, bienes y servicios para los clientes del grupo aeronáutico.
Los costes de ingeniería y certificación de las modificaciones para las nuevas medidas de seguridad que se van a poner en marcha en las cabinas de las aviones a raíz de los atentados del pasado 11 de septiembre serán "absorbidas" por el fabricante.
Formación
Ante la posibilidad de que muchas aerolíneas tengan que reestructurar su organización y operaciones, Airbus les ofrecerá cursos de entrenamiento para los pilotos a precios reducidos, y otros para optimizar los costes del material.
Por último, el fabricante permitirá a las compañías aéreas que utilicen gratuitamente en periodo de prueba durante seis meses su programa informático Airman en operaciones de mantenimiento.
El vicepresidente de los servicios para clientes de Airbus, Patrick Gavin, explicó que "hemos mirado de cerca todos los servicios que ofrecemos y hemos tomado un dispositivo de medidas de ahorro para nuestros clientes en varias áreas clave".
La crisis que azota a las aerolíneas tras los ataques terroristas han afectado de forma muy negativa a los fabricantes. Al reducir las compañías rutas a causa de la caída de la demanda, muchos de los plazos de entrega de nuevos aviones se han modificado y algunas aerolíneas, incluso, han cancelado sus órdenes de compra. Airbus se ha resistido a tomar medidas drásticas, pero Boeing ya ha anunciado que recortará la plantilla en casi 60.000 trabajadores, además de haber reconocido que el volumen de entregas previsto para este año se ha reducido un 15% y prevé que para el próximo ejercicio sea de alrededor del 20%.
Airbus mantiene sus previsiones para el conjunto de este ejercicio. El grupo reconoce que los problemas se pueden presentar más adelante, ya que en el último trimestre los pedidos habían descendido un 52%. Las ventas del grupo en ese periodo, sin embargo, aumentaron un 27%.
Airbus, como medida de precaución, ha decidido suspender su plan de inversiones, excepto en lo relativo al desarrollo del avión gigante A-380, porque sus perspectivas comerciales siguen siendo muy buenas, en opinión de la compañía controlada por EADS.
Airbus ya había anunciado justo después de los atentados que estaba estudiando medidas de apoyo a las aerolíneas para ayudarlas a financiar la compra de nuevas aeronaves.