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Los bancos asumen el poder en la telefónica KPN

KPN no podrá gastar más de 150 millones de euros (24.957,90 millones de pesetas) al año en adquisiciones, necesitará la aprobación de los prestamistas para fusionarse y tiene que cumplir estrictas metas financieras si quiere hacer uso de la línea de crédito de 2.500 millones de euros (415.965 millones de pesetas) conseguida el mes pasado.

La deficitaria operadora holandesa está haciendo un esfuerzo denodado por reducir su asfixiante deuda, de 22.300 millones de euros (3,7 billones de pesetas), con iniciativas que van desde la venta de activos hasta la emisión de acciones. Y, en principio, asegura que no tiene necesidad inmediata de utilizar el crédito que le concedieron 10 bancos a un precio cinco veces superior al de la financiación del año pasado.

Requisito del presidente

Pero el crédito está firmado y las condiciones están ahí para el momento en que decida utilizarlo, sobre todo porque esta línea de financiación fue uno de los requisitos exigidos por el nuevo presidente antes de asumir la dirección de KPN.

Hace unos días, la operadora holandesa adelantó que no podría pagar dividendos. Ayer, después de la demanda de mayor información interpuesta por varios accionistas, dio algún detalle más. KPN reconoció que ha prometido a los bancos restringir al máximo el desembolso en efectivo para las adquisiciones. También adelantó que necesita el respaldo de las dos terceras partes de los bancos prestamistas para sacar adelante una fusión. El crédito exige, asimismo, un mínimo Ebitda (flujo de caja operativo), que está fijado en 3.100 millones de euros (515.797 millones de pesetas) para el 31 de diciembre y tendrá que subir a 4.400 millones de euros (732.098 millones de pesetas) para septiembre de 2004.

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