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S&P afirma que Santander y BBVA impulsarán las fusiones en la UE

Los bancos españoles están en mejor disposición que los europeos para convertirse en protagonistas del proceso de compras y fusiones transfronterizas que se avecina en la Europa del euro, según la mayoría de analistas y agencias de calificación. La solidez del BBVA y Santander Central Hispano, su red de alianzas en Europa y su mayor capitalización juegan a favor, según Standard & Poor's.

El BBVA y el Santander Central Hispano se encuentran en disposición de protagonizar el proceso de reestructuración que se avecina en el mapa financiero europeo. Según analistas y agencias de calificación, los bancos españoles han finalizado ya su proceso de consolidación interna, y tienen músculo financiero suficiente para dar el primer paso en Europa.

Pese a los obstáculos políticos que aún persisten, agencias de calificación como Standard & Poor's están convencidas de que se repiten algunas de las condiciones, como la estrechez de márgenes y la saturación de mercados, que en 1999 y 2000 dieron lugar a la ola de fusiones y adquisiciones. Fue entonces cuando se crearon gigantes como BSCH, BBVA o BNP Paribas.

Lo que diferirá a medio y corto plazo es el escenario. Si hace poco más de dos años estas operaciones tuvieron un carácter fundamentalmente regional, los próximos movimientos se desarrollarán ya en el ámbito transnacional. Los bancos apuntan ya hacia sus competidores europeos.

La falta de consolidación de la banca en mercados tan importantes como Alemania, Francia o Italia colocan a los bancos españoles en una situación ventajosa para iniciar estos movimientos. Además, las perspectivas económicas en Latinoamérica no ofrecen tan buenas oportunidades como antaño, por lo que buscan diversificar su mercado.

De hecho, en los tres países anteriormente mencionados, se producen en la actualidad operaciones de consolidación que pretenden aprovechar.

Primer objetivo: Italia

El Santander pretende reforzar sus lazos con el banco turinés Sanpaolo-IMI, después de que éste haya decidido su fusión por absorción de Banca Cardine para formar el primer grupo bancario por activos en Italia, ligeramente por encima de Unicredito.

El país transalpino está inmerso en la reestructuración de su sistema financiero, aquejado de minifundismo y falta de dimensión. Hasta hace poco más de 10 años la mayor parte de los bancos eran públicos. En la actualidad, parecen haberse definido tres grandes grupos (Sanpaolo, Unicredito e Intesa), que se encuentran entre los 15 primeros puestos de capitalización en Europa, y un buen número de pequeños bancos regionales.

No obstante, el italiano ha sido hasta la fecha uno de los mercados más inaccesibles para la banca española. Cabe recordar los intentos del entonces BBVA por fusionarse con Unicredito o sus intentos por aumentar su participación en BNL (en el que tiene el 9,9%), todos ellos frustrados por el Banco de Italia.

S&P considera que los obstáculos políticos persistirán y dificultarán las operaciones transnacionales mientras no haya un impulso para armonizar las legislación. En cualquier caso, la agencia cree que la entrada en circulación del euro puede romper alguna barrera psicológica.

Mercado francés

Algo parecido sucede en el caso de Francia. Su banca fue privatizada hace relativamente poco. Una de estas privatizaciones, la de Crédit Lyonnais, permitió la entrada del BBVA, cuando adquirió al Estado un 3,8%. El banco español ansía aumentar esta participación, para lo que necesita parte del 9,6% que aún posee el Estado.

El Gobierno, no obstante, parece preferir la venta de su participación a Crédit Agricole, el mayor banco comercial del país, lo que puede provocar el efecto contrario, es decir, que el banco español venda su participación en la entidad francesa. El Santander vendió el jueves un 0,65% del 5,10% que poseía en Société Générale. El banco, que tenía un compromiso de ampliar su presencia al 7%, sigue considerando esta participación estratégica, pero la indefinición de SG y los impedimentos políticos ha provocado un enfriamiento en las relaciones de ambos. El Santander ha optado por concentrarse en sus alianzas italiana y británica (posee el 9,5% del Royal Bank of Scotland), según afirmó Emilio Botín el pasado 16 de agosto a sus directores generales.

Y por eso, tampoco marchan bien sus relaciones con el cuarto banco alemán, el Commerzbank, del que posee un 4,8%. En Alemania, las entidades aguardan expectantes la privatización parcial de los bancos regionales, que puede dar un vuelco al mapa bancario del país.

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