Los mercados de bonos abren dudas sobre el rebote bursátil
Aquellos que quieran buscar un signo de debilidad en las recientes subidas de la Bolsa sólo tienen que echar un vistazo a los mercados de renta fija. Las últimas subidas de los índices bursátiles no se han transformado en un estrechamiento de los diferenciales entre el rendimiento de los bonos de empresa y la deuda pública. Según los analistas, ello es un signo inequívoco de que un repunte consistente de la renta variable está aún por llegar.
Es una regla bien conocida entre los inversores: cuando pintan bastos en Bolsa, los bonos soberanos emitidos por Gobiernos solventes ofrecen una opción segura y más rentable. Así, cuando la Bolsa baja, sube el precio de los bonos estatales en el mercado secundario y viceversa.
En un principio, si no existen elementos que distorsionen el precio de la deuda soberana, como la posibilidad de que no haya más emisiones tal y como sucedió con el bono estadounidense a 30 años, el alto precio de las obligaciones sirve como indicador de la aversión al riesgo que presenta la Bolsa. De la misma manera, el diferencial de rentabilidad entre los bonos emitidos por las compañías y los bonos estatales da una idea de hasta qué punto los inversores están dispuestos a arriesgarse. Es decir, a mayor riesgo, mayor rentabilidad deberá ofrecer el bono para atraer al inversor.
En estos momentos la diferencia entre las rentabilidades que ofrecen los bonos empresariales y los bonos soberanos se encuentran en los niveles más altos de los últimos años. Ello indica que los inversores exigen una prima muy elevada por acudir a activos que representan mayor riesgo que la deuda pública. Sin embargo, estos mismos inversores se han inclinado en las últimas semanas por comprar renta variable en un contexto de caídas en los beneficios empresariales.
Algo no cuadra. Según explica John Lonski, economista jefe de Moody's Investors Service, el diferencial entre la rentabilidad de los bonos corporativos y la deuda estatal es tan grande porque los inversores temen que una caída en los beneficios empresariales aumente las probabilidades de impago de las obligaciones emitidas por las empresas. "La misma aversión al riesgo que ahora ensancha el diferencial entre los bonos corporativos y los estatales debería retraer a aquellos que invierten en Bolsa a pagar más por los beneficios futuros de las empresas", apunta John Lonski. El mensaje es claro. Mientras en el mercado de renta fija dibuja un empeoramiento de las condiciones económicas, la Bolsa registra subidas.
Desde el punto de vista de los analistas esta disparidad de percepciones es un signo de que las alzas de los índices bursátiles en Bolsa de las últimas semanas no son consistentes. Así, Lonski no duda en afirmar que las Bolsas no subirán hasta que los diferenciales en el mercado de bonos se estrechen. Santiago Rubio, gestor de fondos de bonos de alto rendimiento de SCH Gestión matiza que la correlación entre la renta fija corporativa y la Bolsa no es siempre elevada, pero suele ser alta en los momentos de entrada y salida de las recesiones porque los intereses tanto de los inversores en renta fija como en los de renta variable se ven por igual afectados.
"Ahora mismo, el mensaje que trasladan los altos diferenciales es que existe una alta probabilidad de recesión", sostiene Rubio. "La falta de correlación con la Bolsa da una señal de que el sentimiento de mercado no ha mejorado", añade un gestor de renta fija de Gescaixa.
Diferenciales, por las nubes
El aumento en los diferenciales -o prima de riesgo- con los bonos soberanos es especialmente significativo en los bonos de alto rendimiento, también conocidos como bonos basura, especulativos o high yield.
De acuerdo con un índice elaborado por Standard & Poor's (S&P), la deuda corporativa con mejor calificación crediticia presenta ahora un diferencial respecto a las obligaciones soberanas de 245 puntos, frente a los 200 que marcaba a principios de junio, a una media de 225 puntos registrada en los últimos seis meses. Para los bonos basura, el diferencial es de 1.230 puntos, el nivel más alto desde que S&P comenzó a elaborar este tipo de índices y muy por encima de los 995 puntos básicos de media en los últimos seis meses.
"La prima de riesgo de los bonos de alto rendimiento todavía muestra los mayores diferenciales desde la recesión de 1991-91", aseguran los analistas de Moody's en un informe reciente. Según estos expertos, los últimos avances de la Bolsa deberían haber estrechado la prima de riesgo entre los bonos basura y los soberanos cerca de 180 puntos, algo que no ha sucedido.
No obstante, para los expertos existe una explicación técnica que ayuda a comprender la disparidad de correlaciones entre los mercados de renta fija y la Bolsa, "Hasta el momento muchos gestores han estado muy infraponderados en renta variable. A medida que se acerca el final de año y tienen que cumplir con sus posiciones, se dan nuevas compras en Bolsa que impulsan los índices", aseguran desde Gescaixa.
Empeora la salud crediticia de las compañías
Los últimos datos proporcionados por las agencias de calificación de riesgo no dejan lugar a dudas sobre el deterioro de las facultades financieras del universo empresarial. En el último trimestre, Moody's ha llevado a cabo 46 rebajas en la calificación de riesgo crediticio de 46 compañías en toda Europa occidental frente a 19 subidas, un ratio de 2,4 recortes por cada mejora en la calificación.
Aunque esta proporción entre bajadas y subidas es inferior a la del trimestre anterior -cuyo ratio fue del 3,2- es especialmente significativo que 30 de los 46 emisores que sufrieron recortes en la calificación pertenecen al sector industrial. Mientras que ninguna compañía de este sector logró una mejora. Asimismo, el 40% de las rebajas en la calificación que han tenido lugar en el sector industrial pertenece a empresas de telecomunicaciones.
"El deterioro de la calidad de crédito persistirá a lo largo de 2002 en medio de un empeoramiento de las condiciones de mercado y las malas perspectivas de beneficios", asegura el analista de Moody's Kerryn Fowlie. Por su lado, los expertos de Standard & Poor's señalaban en un informe reciente que el empeoramiento en la calidad de crédito, sobre todo en los emisores de grado especulativo, limitará las emisiones de deuda.