El nerviosismo cunde en la OPEP ante la caída del precio del crudo
El nerviosismo empieza a cundir en los ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que ven cómo la crisis económica mundial hunde el precio del crudo en todos los mercados. El barril de la cesta de la OPEP está a su precio mínimo en dos años, mientras se disparan los rumores de reuniones extraordinarias y recortes inminentes de la producción.
La jornada de ayer fue intensa en los mercados del crudo, donde la cotización del barril se disparó ante los rumores de una reunión extraordinaria de la OPEP a celebrar este mismo fin de semana, aunque estos rumores fueron finalmente desmentidos.
Minutos después de que el presidente de turno de la organización, el argelino Chakib Khelil, descartase cualquier cambio en las cuotas de producción antes del "inminente" ataque de EE UU sobre Afganistán, la propia agencia oficial argelina informaba del encuentro extraordinario.
Los rumores crecieron cuando la agencia France Presse señalaba que el ministro venezolano de Petróleo, Álvaro Silva, confirmaba la reunión. En Londres, el barril de crudo tipo brent, el de referencia para Europa, ganó inmediatamente 83 centavos, hasta situarse en 22,35 dólares [cerró en 22,20 dólares]. En Nueva York, el barril tipo West Texas Intermediate, indicador estadounidense, se disparó un 3%, 69 centavos, hasta los 22,77 dólares [cerró en 22,63 dólares]. Finalmente, el propio Silva desmintió a la agencia de noticias francesa y el secretario general de la OPEP, el venezolano Alí Rodríguez, emitió un comunicado oficial descartando cualquier reunión extraordinaria. "Los ministros permanecerán observando el mercado, como de costumbre", señaló Rodríguez en la nota.
De hecho, los ministros volverán a mantener consultas la semana que viene para discutir qué acción tomar. El precio de la cesta de siete crudos con el que los 11 miembros de la OPEP valoran el mercado llegó el miércoles (último dato disponible) a su valor mínimo en dos años, 19,65 dólares por barril.
Si no sucede ningún acontecimiento extraordinario, este barril llegará hoy a su décimo día consecutivo por debajo de los 22 dólares. Un acuerdo informal de la OPEP establece que, alcanzada esta meta, los socios retirarán 500.000 barriles diarios del mercado. Sin embargo, dada la delicada situación política internacional, los analistas dudan de que la OPEP se atreva a poner en marcha el mecanismo.
La depreciación del precio del barril de petróleo, anclado en el entorno de 22 dólares, alcanza el 20% respecto al valor previo a los atentados del 11 de septiembre. La caída de la cotización empieza a amenazar a los presupuestos de los países de la OPEP, fuertemente dependientes de los ingresos petroleros.
La cuota oficial de la OPEP-10 (la producción iraquí está controlada por la ONU) es de 23,2 millones de barriles diarios, casi el 40% de la oferta global de crudo. El grupo ha reducido su producción un 13% en lo que va de año, y algunos quieren volver a recortar la oferta.
Emiratos Árabes Unidos advirtió ayer que la OPEP tomará "las medidas necesarias" para defender los precios del petróleo, sugiriendo un recorte antes de la próxima reunión oficial, programada para el 14 de noviembre.
Kuwait e Irán también han redoblado su presión afirmando que ni siquiera un recorte de 500.000 barriles sería "suficiente" para mantener la cotización en un nivel adecuado y pidieron más recortes. Venezuela también señala el grave daño que supone para las economías del cartel la actual debilidad de los precios.
Pero el miembro más poderoso del grupo, Arabia Saudí, pide cautela. El ministro de Petróleo de ese país árabe, Alí al-Naimi, declaraba en un artículo publicado por Financial Times que su país "no es partidario de nuevos recortes", y apuesta por "defender la estabilidad" del mercado. Arabia Saudí es el mayor productor de la OPEP, con 7,92 millones de barriles diarios, según los datos facilitados por la propia organización. Es, además, el aliado tradicional de EE UU dentro de los países de la OPEP.
Reducción de la demanda
El Gobierno estadounidense echó ayer más leña a la caída de la cotización internacional del crudo al rebajar sustancialmente sus previsiones de demanda para lo que queda de año y para 2002.
El Departamento de Energía publicó ayer su informe mensual en el que redujo 700.000 barriles diarios su previsión de demanda para el último trimestre de este año, dada la caída de la demanda mundial de combustible aéreo como consecuencia de los atentados de EE UU. Para el año que viene, el Gobierno estadounidense pronostica un incremento total de la demanda de 900.000 barriles diarios, medio millón menos que en su última previsión.