La capitalización de las aseguradoras implicadas cae un 14,2% en dos semanas
Las llamadas a la calma de las principales aseguradoras y reaseguradoras del mundo no han tranquilizado a los inversores. Las entidades expuestas a la catástrofe en EE UU insisten en que son capaces de asumir las indemnizaciones, pero su capitalización ha caído un 14,2% desde el día 11. Las aseguradoras comienzan a anunciar recortes en el beneficio. La última ha sido Allianz, que ganará un 30% menos este año.
Tenemos suficientes reservas financieras para hacer frente a los pa-gos". Un día después del ataque a las Torres Gemelas y el Pentágono, la reaseguradora suiza Swiss Re, la segunda del mundo por volumen de nego-cio, intentaba tranquilizar a los inversores, al igual que ha-cía su gran rival, la alemana Munich Re.
A pesar de estas palabras de tranquilidad, la capitaliza-ción de las principales asegu-radoras con exposición al desastre de las Torres Gemelas ha caído un 14,2% en los últimos 13 días. El conjunto del sector ha perdido un 23,3% de su valor. Las dos aseguradoras europeas con más exposición, Munich Re y Swiss Re, han caído el 12,6% y el 16,5%, respectivamente, en poco me-nos de dos semanas. Otras, como Hannover Re, Axa o Generali han sufrido caídas aún mayores: un 46%, un 34,4% y un 26,1%, respectivamente.
La situación, además, empeora para las entidades aseguradoras. Las primeras estimaciones de las propias compañías sobre el impacto de la crisis en sus cuentas, que cifraban en 15.000 millones de dólares (2,7 billones de pesetas, 16.227 millones de euros), se han visto desbordadas. Munich Re y Swiss Re calculan que el coste será el doble del previsto inicialmente.
Las últimas estimaciones del impacto global van más le-jos, y se acercan a los 30.000 millones de dólares (5,4 billones de pesetas, 32.400 millones de euros), lo que convertiría el atentado en la catástrofe más costosa de la historia. En esta cifra se incluye tanto el seguro de no vida (inmuebles, aviación o interrupción del negocio), que supone dos tercios del total, según Goldman Sachs, como el seguro de vida que puedan haber contratado las víctimas.
Si se tienen en cuenta las previsiones de la primera reaseguradora estadounidense, Berkshire Hathaway, la catás-trofe costará unos 44.000 millones de dólares (7,8 billones, 47.300 millones de euros). La entidad estima que a ella le corresponderá pagar 2.200 millones de dólares (395.000 millones de pesetas, 2.375 millones de euros), lo que supondría del 3% al 5% del total.
Informe de Moody's
La agencia de clasificación de riesgos Moody's aseguró la pasada semana en un informe que los costes iban a ser "mayores" que los barajados hasta la fecha, y auguró "dificultades" para buena parte del sector, sobre todo en el negocio reasegurador. De hecho, según esta agencia, algunas reaseguradoras serán incapaces de hacer frente a los pagos. La mayor parte de los analistas coincide en afirmar que las revisiones al alza se seguirán produciendo durante todo este mes.
Las entidades han cerrado filas y aseguran que su solvencia está fuera de todo peligro. Hasta Lloyd's of London, el mayor mercado reasegurador del mundo, ha tenido que intervenir públicamente para asegurar que su solvencia está garantizada. Standard & Poor's cree que las indemnizaciones han de superar los 50.000 millones de dólares (53.800 millones de euros, casi nueve billones de pesetas), para poner en apuros al sistema financiero.
Así, las perspectivas de negocio de Munich Re y Swiss Re y del gigante asegurador ale-mán Allianz se han ensom-brecido considerablemente. Allianz dio a conocer el viernes que los beneficios este año ya sólo se situarán en 1.700 millones de euros (283.000 millones de pesetas), un descenso del 30%, cuando antes de los atentados se preveía un crecimiento del 15,5%. Aparte de los pagos que corresponden a la misma Allianz (hasta 1.000 millones de euros), el grupo también ha tenido en cuenta el deterioro de las previsiones de Munich Re, donde tiene más del 20%. La mayor reaseguradora del mundo ya había alertado que este año no alcanzará los beneficios de 2000, 1.750 millones de euros, aunque tampoco cerrará el ejercicio con pérdidas, según afirmó un portavoz.
Swiss Re ha anunciado que sus beneficios netos se podrían reducir hasta en 2.000 millones de francos suizos (1.400 millones de euros o 230.000 millones de pesetas), lo que supone cerca de dos tercios del beneficio de 2000.
Pólizas más caras
Ante este trasfondo, y como ya se está anunciando en el ca-so de la aviación, es previsi-ble la subida de precio de las pólizas, ya que las asegura-do-ras necesitarán liquidez para hacer frente al aumento de las indemnizaciones. Esta posible medida ha llevado a las aero-líneas europeas a advertir en Bruselas, tras la reunión que mantuvieron el pasado viernes con la comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, que son necesarias ayudas para el sector, ya que las compañías aéreas se verían obligadas a pagar 10 veces más por sus seguros.
Allianz ha anunciado que revisará sobre todo sus pólizas empresariales, mientras que Munich Re ya ha dejado entrever que optará por una línea dura en la renegociación de los contratos en el último trimestre del año.
En Alemania, el negocio de los seguros primarios, además, se ve perjudicado por la decisión del Gobierno de incrementar del 15% al 16% el impuesto sobre todo tipo de pólizas, excepto seguros de vida, para mejorar la dotación para la lucha antiterrorista.
Lloyd's of London,
el último eslabón
de la cadena
El funcionamiento del sector asegurador hace que buena parte de los pagos recaigan finalmente en Lloyd's of London, el mayor mercado reasegurador del mundo. Fuentes cercanas al mercado afirmaron que Lloyd's tendrá que hacer frente a unos pagos superiores a 5.000 millones de dólares (895.000 millones de pesetas, 5.370 millones de euros). Casualmente, el mercado había vuelto a entrar en beneficios tras años de pérdidas.
El negocio del reaseguro tiene una base simple: se basa en un contrato que suscribe una aseguradora con una reaseguradora por el cual se traspasa una parte del riesgo contraído, para así no tener que hacer frente al total de las indemnizaciones si se produce un siniestro.
Esta venta no exime a la aseguradora en ningún caso de su compromiso con el cliente.
La reaseguradora, a su vez, lleva la póliza a un mercado donde vuelve a vender a su vez parte del riesgo. Por esta razón, se complica bastante el proceso de pago de siniestros, ya que hay que recorrer la cadena eslabón por eslabón.
Y es precisamente por ser el último eslabón de esta cadena por lo que la agencia Standard & Poor's ha decidido rebajar la calificación de Lloyd's a un A, la sexta calificación en importancia. S&P se basó en las "pérdidas catastróficas" en que han incurrido las entidades, aunque no ve problemas de solvencia por el momento.