Los bonos de EE UU vuelven a cotizar y descuentan un recorte de tipos
La cotización de los bonos soberanos estadounidenses se reanudó ayer tras el parón de dos días provocado por los ataques terroristas contra EE UU. Las primeras operaciones empujaron los precios al alza y las rentabilidades, que se mueven en sentido contrario, a la baja, lo que descuenta un inminente recorte de tipos por parte de la Reserva Federal. No obstante, los operadores señalaban que el negocio aún es bajo y que es muy difícil sacar cualquier conclusión en estas primeras horas de negocio.
Lo que hemos visto hoy es un reajuste tras el parón, pero la volatilidad continuará", apuntaba Ignacio Benítez, analista de la firma londinense IDEAGlobal. Para los analistas, la reanudación del negocio de bonos soberanos estadounidenses ha sido un paso más hacia la normalización del mercado. Pero muy pocos se atreven a hacer quinielas, sobre todo con el clima prebélico que se respira en los círculos políticos. "Esta huida hacia la seguridad que representan el aumento de la demanda de bonos tras la reapertura del mercado es lógica, porque aún hay incertidumbre", añadió Benítez.
Una de los comportamientos más destacados en estas últimas tres jornadas ha sido el aumento de la demanda de obligaciones con un vencimiento más corto. Este tipo de activos presenta una volatilidad menor en su precio que los bonos con un plazo de vencimiento más largo, ya que estos últimos están mucho más expuestos a la variación en los tipos de interés. Por ello en tiempos de incertidumbre la cercanía en el plazo de vencimiento ofrece mayores garantías y es un refugio más seguro.
La rentabilidad del bono estadounidense a cinco años retrocedió ayer hasta el 3,91%, la cota más baja de los últimos 10 años. Por su lado, la deuda europea mantuvo un comportamiento similar al de la sesión de ayer y la evolución fue plana a excepción de los altibajos que se produjeron con la reapertura del mercado de obligaciones en Estados Unidos. Así, el bono alemán con un vencimiento a cinco años rozaba el 4,1% de rentabilidad, la misma cifra que en la jornada anterior.
Otra curiosidad que pudo presenciarse ayer tras la reapertura del mercado de bonos fue que el precio de obligaciones estadounidenses a 10 y 30 años cedieron terreno tras la apertura, justo lo contrario que el resto de notas estatales. Algunos operadores atribuyeron este comportamiento a que las compañías de seguros, uno de los sectores más afectados por esta crisis, eran grandes tenedores de bonos a 30 años y podrían deshacerse del papel para hacer frente a los costes de indemnización. El temor a una oleada de ventas por parte de las aseguradoras pudo actuar de freno y abortó las subidas del precio del bono a 30 años, pero tanto este activo como la obligación a 10 años se vieron también afectadas por el transvase a una madurez más cercana en el tiempo.
La opinión creciente entre los expertos es que la Reserva Federal bajará pronto el precio del dinero. "Si hace apenas unas jornadas comentábamos que la curva no descontaba nuevas bajadas de tipos por parte de la autoridad monetaria estadounidense, en estos momentos las expectativas apuntan a un nuevo recorte inmediato de 25 puntos básicos y a otro más de la misma cuantía para antes de finales de año", aseguraban ayer los analistas de Beta Capital en una nota.
En lo que respecta a la decisión de ayer del BCE dejar los tipos intactos, los analistas no descartan que este movimiento, cuando se produzca, tenga lugar de forma coordinada con otros bancos centrales.
Dejando atrás el comportamiento de las obligaciones estadounidenses, los operadores destacaron el orden y la ausencia de pánico reinante en un mercado que aún desconoce las consecuencias de lo acontecido el martes.
Negocio bajo y operadores ausentes
"No hemos visto hoy por aquí a ninguno de los Fidelities o los Putnams, pero estoy seguro que los fondos tendrán mucho que hacer. Quizás estén esperando a que el mercado se calme". Así se refería un operador del mercado de bonos consultado por Reuters al poco volumen visto ayer tras la reapertura del mercado de obligaciones en Estados Unidos.
Pero la realidad era más cruel. Este mercado funcionaba ayer a medio gas ya que muchos de los operadores estaban ausentes. Sin ir más lejos, la gran mayoría de las 20 firmas de intermediación de repos que operan en Nueva York tenían su sede en las Torres Gemelas del World Trade Center, destruido tras el ataque terrorista del martes. Otros intermediarios trabajaban bajo mínimos en oficinas y espacios provisionales.
"El número de brokers con los que se puede operar es muy limitado. Muchas líneas de comunicación están cortadas.Pero teniendo en cuenta la magnitud del desastre, no nos podemos quejar. Los sistemas de compensación y liquidación están funcionando mejor de lo esperado", aseguraba a Reuters un ejecutivo de Greenwich Capital Markets.
No obstante, muchos de los inversores tenían dificultad a la hora de visualizar los precios en los monitores, lo que terminó por abortar muchas operaciones para evitar que se produjeran errores. Los operadores esperan que vuelva la normalidad a partir de la semana que viene.
Deutsche Bank suspende temporalmente la negociación de fondos
Deutsche Bank ha suspendido temporalmente la suscripción y reembolso de participaciones de fondos de renta variable, fondos de renta fija y fondos de mercados emergentes debido a la imposibilidad de calcular su valor liquidativo tras el cierre de la Bolsa neoyorquina.
Según informó hoy la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), esta decisión persigue el interés de sus clientes y está motivada por el cierre de "importantes mercados financieros y la inestabilidad de estos después de los ataques terroristas contra Estados Unidos".
La CNMV advirtió ayer que las instituciones de inversión colectiva deben garantizar la liquidez de sus fondos de inversión, pese a que algunos mercados financieros en los que se negocien valores del fondo mantengan suspendida su actividad negociadora.
No obstante, la legislación del mercado de valores contempla la posibilidad de suspender la negociación de los fondos de inversión cuando sea imposible determinar el valor del fondo o por causas de fuerza mayor, como las actuales.
En los casos en que no sea posible acogerse a esta excepción, las gestoras están obligadas a hacer efectiva, a petición de sus clientes, la parte que no corresponda a los valores afectados por la suspensión, en tanto que la parte pendiente por liquidar debe hacerse efectiva cuando se reanude la contratación de los valores.
Los precios de los metales preciosos se estabilizan a la espera de referencias
Varias cajas con oro y plata están sepultadas bajo las torres
El oro y el resto de los metales preciosos tuvieron por segundo día consecutivo una negociación discreta. Se movieron en las mismas bandas que en la víspera. El oro se anotaba un avance del 1,08%, hasta 280 dólares la onza. La plata, por su parte, bajaba el 0,23%, hasta los 4,22 dólares la onza.
"Las inversiones en oro, que otras veces ha actuado como materia refugio, parece que han frenado su trayectoria en espera de que se conozcan nuevas noticias de Estados Unidos, comentaba ayer un operador a Bloomberg. El experto reconoció que los volúmenes de negocio permanecen muy bajos y que seguirán así hasta que no se conozcan la trascendencia de los atentados.
Por otra parte, ayer se supo que en los sótanos del World Trade Center se encontraban unas cajas fuertes que pertenecían al mercado de futuros sobre materias primas y que contenían 650 millones de dólares (119.000 millones de pesetas) entre oro y plata. De momento, permanecen enterradas entre las cientos de toneladas de escombros.
Los inversores huyen de los emergentes ante el temor a una recesión económica
Los expertos dicen que peligra su capacidad de finaciarse
Los inversores no quieren asumir ningún riesgo ante la incertidumbre que se ha creado en el mundo tras los ataques terroristas contra Estados Unidos. Temen que la desaceleración económica mundial se acentúe y que el conflicto árabe-israelí empeore, lo que haría que los precios de la energía subieran a la vez que enturbiaría las perspectivas de una recuperación económica.
Por ello, están sacando su dinero de los mercados emergentes para trasladarlos hacia activos más seguros, como el oro. La Bolsa de Brasil, por ejemplo, caía ayer a media sesión un 3% y su moneda se ha depreciado más de un 25% en lo que va de año.
Los expertos consideran que lo que se está produciendo "es una reacción casi automática porque las economías más vulnerables son las emergentes, ya que dependen más de las exportaciones a Estados Unidos, y aquellas que necesitan recaudar dinero en los mercados internacionales para financiar los déficit presupuestarios".
Según ING Barings, Turquía y Brasil son los países con mayores necesidades de refinanciación entre todos los mercados emergentes.
Marcelo Salomon, economista de la firma, señaló ayer que "si los inversores toman una postura aún más conservadora hacia estos mercados, podrían dejar a los Gobiernos latinoamericanos sin financiación".
Los bonos de los mercados emergentes reanudaron ayer sus operaciones en Londres con un volumen muy reducido y precios a la baja. Los bonos de Argentina y Rusia caían un 1,66% en su apertura, y el de Turquía, un 3%.