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Blesa opta por especializar la red de oficinas de la entidad fuera de Madrid

Caja Madrid pondrá en marcha en las próximas semanas un plan para mejorar la rentabilidad de sus 829 oficinas fuera de la Comunidad de Madrid. El proyecto, diseñado por McKinsey, pasa por especializar estas oficinas, dada la fuerte competencia de las cajas en su territorio de origen en banca universal.

Caja Madrid ha puesto en marcha un plan para mejorar la rentabilidad de su tupida red de oficinas fuera de la comunidad de Madrid. La nueva política a aplicar para estas sucursales es la especialización de las oficinas que la entidad tiene repartida por toda España, a excepción de las de la Comunidad de Madrid.

Este "plan para asegurar el crecimiento rentable de Banca Comercial II (dependiente del director general Ramón Ferraz), afecta a 829 sucursales", explican fuentes de la entidad madrileña. Y añaden que el objetivo es, precisamente, mejorar la rentabilidad de esta red de oficinas que la caja ha ido incorporando en varios años de expansión y que la han convertido en una de las principales entidades financieras españolas por número de oficinas: 1.830 sucursales repartidas por todo el país a junio pasado (130 sucursales más que un año antes).

Una de las razones que han llevado a la caja que preside Miguel Blesa a optar por esta estrategia tiene su explicación en el desgaste que supone competir en banca universal en ciertas comunidades autónomas donde las cajas autóctonas tienen prácticamente copado este segmento del negocio, lo que provoca que las entidades foráneas no consigan rentabilizar su expansión en varios años. La especialización del negocio puede terminar con este problema y es la vía que están poniendo en marcha varias cajas en su política de expansión.

Esta razón justifica la pretensión de Caja Madrid, según fuentes de la entidad, de mejorar la rentabilidad de su red exterior a través de la especialización. "No podemos tener una red tan tupida ni universal como la que tenemos en Madrid. Por ello pretendemos introducir unos baremos de rentabilidad de las oficinas de fuera de nuestra zona tradicional para que desarrollen un negocio especializado en función de los clientes de la zona. La idea es no tener oficinas en pérdidas", mantienen fuentes de la entidad.

Plan de McKinsey

Este plan, desarrollado por la consultora McKinsey, también supondrá una nueva distribución de las oficinas por zonas y tipos de negocio, con la consolidación del negocio de algunas sucursales.

Este proyecto no supone el abandono de la banca universal por parte de la caja, sino la transformación de las oficinas, sobre todo de las menos rentables.

La caja explicó ayer a los sindicatos esta nueva política de actuación fuera de Madrid y será objeto de un debate en el próximo consejo de la entidad que se celebrará el próximo lunes.

La puesta en marcha de este plan incluye cinco líneas de especialización del negocio, que se aplicará según las necesidades que se detecten en cada oficina y zona.

Así, unas oficinas se especializarán en potenciar el negocio del crédito a promotores inmobiliarios con seguimiento del comprador para captar su hipoteca y evitar que subrogue su hipoteca con otra entidad.

Otra división de este negocio de especialización será la de potenciar el crédito al consumo.

El relanzamiento del negocio de empresas fuera de Madrid, sobre todo de pequeñas y medianas empresas, es otra de las patas de esta especialización.

Otro grupo de oficinas tendrá como principal misión la de realizar banca personal para clientes con rentas medias altas y que sin necesitar los servicios de la banca privada (para rentas altas y muy altas, caso de Altae, filial de Caja Madrid) requieren de una cierta atención especializada.

Pero estos no son los únicos puntos del denominado plan para asegurar el crecimiento rentable de Banca Comercial II.

Uno de los objetivos de Ramón Ferraz es sacar partido de las agencias de su socia, la aseguradora Mapfre. Para ello pondrá en marcha la bancarización de la red de agencias de Mapfre, que cuenta con 600.000 clientes.

El proyecto pasa por aprovechar parte de las 310 oficinas de Mapfre para vender productos de la caja. Este plan ya estaba previsto cuando Caja Madrid llegó al acuerdo con Mapfre para crear un grupo de seguros hace algo más de un año, aunque hasta ahora no se había puesto en marcha.

El plan pasa por bancarizar 140 oficinas de Mapfre en las que se venderán productos de Caja Madrid.

El objetivo es "la implantación de canales de distribución de la caja a través de Mapfre", lo que supone aprovechar la red de la aseguradora sin necesidad de que la caja abra más oficinas.

Con este plan, que pasó por la aprobación de la comisión de dirección en julio pasado, Caja Madrid pretende aumentar la rentabilidad de todas sus oficinas descartando "por completo" el cierre de las que no sean rentables y sin proceder ajustes de plantilla, aseguran fuentes de la entidad.

CC OO pide más empleo

De hecho, este era uno de los principales temores de los sindicatos, que veían en este plan la amenaza de un cierre masivo de oficinas y una reducción de la plantilla, ya de por sí escasa, según afirma CC OO, que considera que se necesitan 1.000 empleados más para cubrir las necesidades de las 829 oficinas de la caja fuera de Madrid (la caja tiene 11.300 empleados, 510 más que un año antes).

Este sindicato mantiene que los datos de productividad de la red de expansión de Caja Madrid son mejores que la de otras entidades, como La Caixa. Y rechazan cualquier plan que suponga un retroceso en la expansión de la entidad. Y achacan a la falta de personal los problemas de la entidad fuera de Madrid.

Fue en diciembre de 2000 cuando Caja Madrid decidió poner en marcha un plan para rentabilizar su red externa, tras la división de la banca comercial en dos (Banca Comercial I, correspondiente a la Comunidad de Madrid y dirigida por Mariano Pérez Claver, y Banca Comercial II, para fuera de Madrid y encabezada por Ferraz).

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