La industria de la confección pide un área de libre comercio mediterránea
La industria de la confección está a favor de crear una zona de libre comercio en el Mediterráneo, similar a las existentes en América. El gremio barcelonés entiende que esta medida favorecería a las pymes, un sector intensivo en mano de obra. Casi el 40% de la plantilla de confección trabaja en régimen de subcontratación en España.
El Gremio de Industrias de Confección de Barcelona (GIC) apuesta por la creación de una zona de libre comercio entre los países mediterráneos, que tradicionalmente han establecido intercambios de manufacturas. El objetivo es mejorar y regularizar sus relaciones comerciales, basadas en el abaratamiento de costes de producción.
España, Portugal, Italia y Grecia, por una parte, y los países del Magreb podrían formar parte de esta iniciativa, "sin olvidar Turquía, que se ha convertido en un gran productor en los últimos años", según afirmó ayer Julián Lázaro, vicepresidente del (GIC).
La petición de crear una zona comercial común en el Mediterráneo, semejante a las creadas en América Latina (Mercosur) y entre Estados Unidos, Canadá y México (Nafta), fue lanzada hace varios meses por el presidente del Consejo Intertextil Español, Joan Canals. Sin embargo, algunas de los ocho organizaciones empresariales que forman la patronal del sector mostraron reticencias a la iniciativa.
En cambio, la industria de la confección ve con buenos ojos la implantación de un área de libre comercio, teniendo en cuenta que se trata de un subsector intensivo en mano de obra. Según Lázaro, "también deberíamos mejorar nuestras relaciones con los países de Europa de Este".
El sector de confección se ha caracterizado siempre por un elevado índice de subcon-tratación, especialmente en los procesos con menor valor añadido. El sector emplea en España a 155.000 personas, de las que 140.000 son asalariados. De esta cifra, el 43% son empleados subcontratados. Según el secretario general del gremio, Josep María Fornés, este último porcentaje aumenta cada año alrededor de un 1%.
Julián Lázaro destacó que muchas empresas españolas han optado por deslocalizar su producción a otras zonas de la Península, ya que en el norte de África el absentismo laboral puede alcanzar cotas de hasta el 25%.
En cualquier caso, la industria de confección española se ha revitalizado en los últimos años, a diferencia de otros mercados europeos, como Francia, que ha deslocalizado hasta el 70% de su producción. Josep María Fornés vaticinó, incluso, que España puede superar a Italia en cinco años.
Exportaciones
El sector ha aumentado las exportaciones aprovechando la buena imagen que han creado las cadenas de tiendas (Zara, Mango y Cortefiel, entre otras). Gran parte de las exportaciones se dirige a países de la Unión Europea, que reciben casi las tres cuartas partes del total. Portugal, Francia e Italia son los principales clientes.
Las empresas confeccionistas son básicamente pequeñas y medianas empresas, ya que casi el 80% de las 4.500 compañías existentes cuenta con menos de 20 empleados. Sólo un 2% tiene más de 100 trabajadores.