Cavallo ataca a sus críticos y defiende la convertibilidad
El ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, ratificó ayer el sistema de convertibilidad y acusó a los analistas de no entender este mecanismo. Aseguró que el peso convertible no es igual a dolarización o tipo de cambio fijo. Negó que esté en riesgo el valor de la moneda argentina. España y Brasil reiteran su confianza.
Fiel a su estilo, el hombre fuerte del Gobierno argentino se defendió con un feroz ataque contra sus críticos de los mercados, de quienes dijo que "no han entendido nada".
Ante un auditorio compuesto por los principales empresarios, banqueros y economistas de Argentina, Cavallo aseguró que sigue fiel a la convertibilidad. "Yo siempre expliqué que la ley de convertibilidad no es dolarización. El hecho de que el valor de nuestra moneda estuviera fijado al dólar era una circunstancia de la historia", explicó. Y para complicar un poco más la comprensión de los presentes y de los mercados, indicó también que "convertibilidad no significa tipo de cambio fijo de manera definitiva".
Si bien la Bolsa de Buenos Aires se recuperó un poco de la caída del 5,25% que sufría antes del discurso del ministro, al final terminó cerrando con una baja del 3,5%. Una señal de que los mercados no acaban de tener claro el futuro del peso argentino.
Según Cavallo, la introducción del euro en el sistema de convertibilidad constituye un intento de amortiguar el impacto negativo que tiene un dólar fuerte para las exportaciones argentinas. Al sumar el euro al dólar para determinar el tipo de cambio del peso para el comercio exterior, Cavallo ha devaluado de hecho alrededor del 8% el valor del peso para exportaciones e importaciones. No así en las transacciones financieras internas y externas. Lo cual le ha evitado chocar con los bancos y las empresas multinacionales.
Pero después de que el Senado convirtiera ayer en ley la introducción del euro en el sistema de convertibilidad, que comenzará a aplicarse cuando la moneda europea alcance al dólar, los temores de los operadores podrían acrecentarse. De hecho, las palabras del ministro han echado por tierra un sistema basado en la atadura del peso al dólar desde 1991. Es decir, a un tipo de cambio fijo. Ahora que su creador sostiene que se trató de una "circunstancia histórica" y que convertibilidad no equivale ni a cambio fijo ni a igualdad con el dólar, las dudas se extienden aún más entre quienes han visto la medida del viernes como un primer paso hacia una devaluación ordenada.
Sin embargo, tanto España como Brasil han dado un voto de confianza a Argentina. El ministro de Economía, Rodrigo Rato, dijo que no deben confundirse "los movimientos de corto plazo en los mercados con las situaciones a medio plazo".Y agregó que está "convencido del potencial de crecimiento de Argentina". El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Lafer, expresó su solidaridad y respaldo hacia las medidas y criticó a los empresarios de su país que las criticaron. Cavallo prepara ahora un canje de la deuda pública en euros.
Violentos disturbios agudizan la crisis
Los graves enfrentamientos que costaron la vida a dos personas el domingo pasado en el norte de Argentina continuaron ayer, aunque con menor intensidad.
Los hechos de violencia tienen como epicentro a la localidad de General Mosconi, provincia de Salta, ubicada en el norte del país, a unos 2.000 kilómetros de Buenos Aires, con un alto nivel de paro.
Los disturbios comenzaron cuando los gendarmes cumplieron una orden judicial de desalojar una carretera ocupada por los manifestantes. En este punto, las versiones del Gobierno provincial y nacional difieren totalmente de la que ofrecieron los los trabajadores en paro de la población.
Según el secretario de Seguridad Interior, Enrique Mathov, los manifestantes estaban armados y obligaron a la gendarmería a actuar y responder con fuego real. "Actuaron francotiradores, que hirieron a 27 gendarmes, uno de ellos en estado de extrema gravedad", dijo Mathov.
Por su parte, los pobladores dijeron que la Gendarmería les atacó, causando la muerte de dos personas jóvenes y ajenas a los incidentes.