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Allianz espera gestionar dos billones más con la reforma de las pensiones

Serán menores de lo previsto, pero las ventajas que la aseguradora alemana Allianz espera obtener de la adquisición por cerca de 4,2 billones de pesetas (25.200 millones de euros) del tercer banco alemán son sustanciales: las sinergias gracias a la distribución de todo tipo de productos financieros de una sola mano alcanzarán los 1.080 millones de euros (179.696 millones de pesetas) en 2006. El grupo pretende "mantener y fortalecer" su relación con el Banco Popular.

Henning Schulte-Noelle, el presidente de la poderosa aseguradora alemana -que se disputa el liderazgo mundial con la francesa Axa- presentó ayer una detallada explicación del sentido de la oferta pública de adquisición (OPA) sobre el Dresdner Bank, que entró en vigor ayer y se mantendrá hasta el próximo 13 de julio.

Desde el pasado 1 de abril, cuando la operación se presentó por vez primera en público, Allianz ya se ha hecho con un 20% de las acciones del tercer banco alemán, lo que -junto a su participación previa- ahora le representa cerca de un 40% del capital. Los restantes inversores podrán optar por cambiar 10 de sus acciones por una de Allianz y 200 euros en efectivo.

De lograrlo, tal y como se prevé, con el 100% de la entidad crediticia, Allianz tendrá que desembolsar algo más de 25.000 millones de euros, 4,2 billones de pesetas, en gran parte provenientes de los intercambios accionariales con Munich Re y el HypoVereins-bank. Con la operación, Allianz pretende desembarcar de lleno en el mercado de fondos financieros -que en un 70% se distribuyen a través de los bancos-, aglutinar bajo un solo techo las considerables comisiones que se manejan en la venta de productos financieros, triplicar la venta de seguros de vida a través del Dresdner Bank en Alemania y hacerse con la reinversión financiera de estos mismos seguros de vida, una vez que éstos se desembolsen.

Gracias también al inicio de la reforma del sistema de pensiones alemán, Schulte-Noelle espera captar 12 millardos de euros anuales adicionales (dos billones de pesetas) en patrimonio de clientes particulares. Todo ello sería imposible si, en vez de una adquisición, se hubiese optado por profundizar la coo-peración que ya se mantenía con el Dresdner Bank.

Las sinergias de la unión de ambas entidades deberán incrementarse de 48.250 millones de pesetas (290 millones de euros) antes de impuestos, en 2002, hasta 179.000 millones (1.080 millones de euros) a partir de 2006. En un 80%, estos beneficios se obtendrán a través del crecimiento a través del nuevo modelo de negocio, y no a través de la reducción de costes (de hecho, el anunciado recorte de 660 empleos es bajo para este tipo de operaciones).

La compra del Dresdner somete a Allianz a los riesgos del mercado crediticio. Una primera muestra de ello es la revisión del incremento de los beneficios por acción que deberá arrojar la adquisición este año. Si en abril se habló del 13%, los débiles resultados del Dresdner hasta marzo ya sólo permiten prever un 2%. Schulte-Noelle fue muy cauteloso a la hora de presentar la integración del negocio asegurador y bancario como la receta mágica para toda Europa. "Las condiciones son distintas en cada uno de estos países", constató.

Allianz pretende "mantener y, eventualmente, fortalecer" sus alianzas con entidades como Crédit Lyonnais en Francia (del que, sumada la participación del Dresdner, posee un 9,6%), Unicredito en Italia y el Banco Popular en España (con el que ya se están distribuyendo pólizas a través de Eurovida y Europensiones).

Allianz mantiene un 5,4% en el Popular, algo más del 4,7% que posee el antiguo aliado HypoVereinsbank, de cuyas acciones se desprenderá para financiar la OPA.

 

El Deutsche Bank, sin Dresdner ni Axa

La OPA de Allianz y los consiguientes intercambios accionariales implican que en Alemania se formarán dos galaxias multifinancieras: la nueva Allianz, por una parte, y la alianza entre la reaseguradora Munich Re, el HypoVereinsbank y la aseguradora Ergo, por la otra.

De ambas coaliciones -que, paradójicamente, siguen manteniendo participaciones similares en el Banco Popular- queda excluido el líder del sector financiero alemán, el Deutsche Bank, el mismo que el año pasado fracasó en su propio intento de fusión con el Dresdner.

Una posible respuesta de la entidad liderada por Rolf Breuer sería aliarse, a su vez, con una aseguradora, y, de hecho, el Deutsche desde hace algunos meses mantenía negociaciones con Axa. æpermil;stas, sin embargo, se han roto en los últimos días, según informaciones del Financial Times, confirmadas por una portavoz de la aseguradora gala, que habló de un "receso".

El presidente de Axa, Henri des Castries se refirió a "conversaciones difíciles", a las que, sin embargo, restó importancia. Un grupo asegurador como el suyo, según des Castries, está siempre en negociaciones con otros.

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