El Senado de EE UU aprueba una rebaja de impuestos de 258 billones
El Senado de EE UU aprobó ayer finalmente la rebaja de impuestos por importe de 1,35 billones de dólares (258 billones de pesetas) propuesta por el presidente George Bush, con lo que el tipo máximo pasa del 39,6% al 36%, algo por encima del 33% previsto inicialmente por los republicanos. La Casa Blanca había advertido por la mañana que la recuperación de la economía estadounidense podría verse perjudicada por el retraso de la rebaja de impuestos, en un intento de presionar al Senado que había retrasado su aprobación el martes.
Contra todo pronóstico, los demócratas introdujeron en el Senado una serie de enmiendas a la rebaja fiscal, que pusieron en duda su aprobación.
Deserción republicana
Demócratas y republicanos contaban hasta ayer con 50 representantes cada uno en la Cámara Alta, lo que exige al Gobierno del republicano Bush el apoyo de algunos senadores demócratas para la aprobación de sus proyectos legislativos. Sin embargo, este equilibrio puede cambiar en las próximas horas.
El senador republicano James Jeffords desveló el martes que se plantea abandonar el partido y seguir ejerciendo su labor como independiente, aunque se ha tomado un tiempo para reflexionar. De confirmarse su abandono, el control del Senado pasaría entonces a manos de los demócratas, un hecho que afectaría a la agenda legislativa de Bush, incluido el recorte impositivo .
La Casa Blanca insiste en que la rebaja de impuestos es decisiva para impulsar el crecimiento de EE UU. En concreto, el secretario del Tesoro, Paul O'Neill, aseguró que el reembolso impositivo que supondrá la rebaja fiscal para los estadounidenses sumaría medio punto de crecimiento al PIB, lo que "para una economía de 10,5 billones de dólares (más de 2.000 billones de pesetas) es una cifra muy grande", apuntó.
Además, el presidente del grupo de asesores económicos de Bush, Glenn Hubbard, mostró ayer su preocupación por la evolución del mercado de trabajo y su efecto sobre el consumo privado en los próximos me-ses, aunque descartó de pla-no que EE UU afronte una recesión. Hubbard advirtió que la tasa de paro (actualmente en el 4,5%) podría crecer en los próximos meses, y eso podría reducir el consumo, motor actual del crecimiento.
Sin embargo, restó importancia a las actuales tensiones en los precios, motivada por un repunte del coste de la energía, que a su juicio se irán disipando a lo largo del próximo año.