La crisis de la Bolsa provoca querellas contra directivos
Los accionistas de Estados Unidos han respondido a las cuantiosas pérdidas sufridas en Bolsa durante los últimos meses demandando a compañías y ejecutivos. Los motivos abarcan desde la manipulación de precios a la ocultación de hechos relevantes, pasando por el uso de información privilegiada.
Los profesionales más populares de Wall Street ya no son los analistas de Bolsa, sino los abogados expertos en litigios colectivos de accionistas. Los despachos no dan abasto en la presentación de demandas contra las compañías, que son acusadas de todo tipo de delitos bursátiles. Y, en muchos casos, las querellas citan como inculpados a los propios directivos de las compañías.
Amazon.com ha sido acusada de inflar artificialmente el precio de sus acciones mediante la ocultación de hechos relevantes y la difusión de información engañosa. Y su presidente, el antaño popularísimo Jeff Bezos, es acusado de utilizar información privilegiada.
El directivo vendió unas 800.000 acciones de la compañía en febrero, tras recibir por adelantado una copia de un informe crítico de Lehman Brothers. Este asunto también lo está investigando la Comisión de Valores de Estados Unidos.
Por si fuera poco, la Sociedad de Analistas de Valores de Nueva York ha enviado cartas a la empresa en las que le pide que explique sus cuentas con un lenguaje más claro y utilizando métodos contables "tradicionales".
Las cosas también se han torcido para el fabricante de programas informáticos Ora-cle y para su presidente Larry Ellison. El despacho de abogados Shaltz & Noble (de Hartfrod, Connecticut) presentó la semana pasada una demanda en nombre de unos accionistas que compraron acciones de Oracle entre el 15 de diciembre de 2000 y el pasado 1 de marzo.
Según la demanda, tanto Oracle como el propio Ellison "engañaron a los accionistas y al público inversor al referirse a las operaciones y perspectivas de la compañía para el tercer trimestre fiscal de 2001 y siguientes".
Los denunciantes aseguran que "los miles de millones ahorrados en 2000 no fueron generados por el nuevo software [para comercio electrónico puesto en marcha por la compañía], sino por el despido de más de 2.000 empleados". Además, "Ellison vendió acciones por valor de casi 900 millones de dólares a precios inflados artificialmente", antes de que Oracle anunciase, el 1 de marzo, que sus resultados serían inferiores a lo previsto. Al día siguiente, las acciones de Oracle cayeron más del 50%.
Otras firmas, como el fabricante de fotocopiadoras Xerox, la empresa de mensajería por Internet Critical Path, la consultora Razorfish y la firma de comunicaciones Globalstar también han sido demandadas por sus accionistas. En todos los casos, los inversores reclaman compensaciones aduciendo que han sufrido cuantiosas pérdidas en Bolsa debido a la actuación de las compañías y/o sus máximos ejecutivos.
Algunas de estas demandas pueden ser desestimadas debido a la Ley de Reforma de Litigios Privados de Valores de 1995, aprobada a raíz de la presión de las empresas tecnológicas para reducir el número de demandas "frívolas". Pero Bill LeRach, de la firma de abogados MilbergWeiss Bershad Hynes & LeRach, calcula que un 75% de las demandas presentadas por accionistas descontentos son admitidas a trámite.
Muchos de los casos son resueltos con pactos "amistosos" como el sellado por Sotheby's (que pagará 70 millones de dólares a sus inversores para compensarles por el desplome de las acciones tras un escándalo de fijación de precios en el negocio de subastas) o la cadena de franquicias Cendant Corporation, que se comprometió a pagar a sus accionistas una cifra récord de 2.830 millones de dólares tras ser demandada por irregularidades contables.