Signos de deterioro del empleo y la actividad de los servicios en EE UU
Los indicadores de Estados Unidos sufrieron ayer un nuevo deterioro, en una muestra más de que la economía estadounidense aún no ha dejado atrás la desaceleración, en línea con la opinión de la Reserva Federal y en contra del dato de crecimiento en el primer trimestre (2%) conocido el pasado viernes.
Las peticiones de subsidio de paro registradas la semana ascendieron a 421.000, la cifra más alta desde marzo de 1996, cuando se produjo la huelga de General Motors. La media de las últimas cuatro semanas asciende a 404.500, un nivel desconocido desde octubre de 1992, cuando EE UU salía de una recesión.
El sector servicios tampoco ofreció ayer buenas noticias. El índice de gestores de compras (NAPM, por sus siglas en inglés) cayó en abril al 47,1 desde el 50,3 de marzo. Un índice inferior a 50 indica que la actividad del sector se contrae. Hasta ahora los servicios se habían mantenido a salvo de la recesión.
Estos datos abonan el terreno al presidente George Bush para aplicar de inmediato su rebaja fiscal con el fin de impulsar la demanda. El Congreso votó ayer el acuerdo presupuestario para 2002, que recoge buena parte de los planes de Bush.
Para conseguir el respaldo de algunos demócratas moderados cuyos votos necesitaba para sacar adelante la propuesta, Bush aceptó reducir su recorte de impuestos en 250.000 millones de dólares ( 46,7 billones de pesetas) y aumentar el gasto público en 6.000 millones de dólares (1,2 billones de pesetas).