El Banco de Chile recorta de nuevo el tipo de intervención
El escueto comunicado pu-blicado tras la reunión del Comité de Política Monetaria del 10 de abril, en la que se decidió un recorte del tipo de interés de intervención hasta el 3,75% real, esgrimía como principal justificación el aumento de la incertidumbre sobre el crecimiento mundial. El banco central también dejaba entrever una mayor preocupación por la delicada situación de Argentina y su repercusión en el área. En el ámbito interno, los últimos indicadores publicados avalan la decisión. La inflación de marzo cede una décima, hasta el 3,7%, y por segundo mes con-secutivo se sitúa por debajo del límite superior de la banda objetivo del 2%-4% del banco.
Por la vertiente de la actividad, la economía sigue acumulando evidencias de desaceleración, como revela el nuevo descenso mostrado por la producción industrial en febrero, de un 0,2% en tasa interanual. Además, la última encuesta mensual de expectativas económicas de abril arrojó un retroceso de siete décimas en la proyección de crecimiento del PIB para este año, hasta el 4,3%.
En este contexto parece razonable la instrumentación de una política monetaria con claro sesgo relajador que ha llevado el tipo de interés a marcar mínimos desde 1986. La autoridad monetaria ha anticipado que actuará con la flexibilidad necesaria si las condiciones mejoran.
La coyuntura recesiva que atraviesan las dos principales economías mundiales conlleva un riesgo adicional para la economía chilena, como es el desplome del precio del cobre. De hecho, en la actualidad se sitúa en torno a 74 centavos de dólar por libra, el registro más bajo desde abril de 2000. La cotización del cobre es un factor crucial para Chile, ya que un 38% de las exportaciones corresponde a ventas de cobre.
Además hay que considerar el impacto en la recaudación fiscal, ya que el Estado, a través de Codelco, produce casi el 40% del metal. El Presupuesto para 2001 recoge como estimación del precio del cobre 88 centavos, frente a los 76 de media de marzo.
Para cerrar este círculo hay que considerar la elevada correlación positiva entre la cotización del peso chileno y el precio del cobre. De forma que al descenso del tipo de interés se une un factor más de presión bajista sobre la divisa, lo que puede generar presiones inflacionistas que dificulten la gestión de la política monetaria.
Las elecciones elevan el riesgo peruano
Los principales activos peruanos se han visto nuevamente afectados por el clima de incertidumbre política que afecta al país tras la primera vuelta de las elecciones celebradas el 8 de abril. Tras conocerse los resultados, el diferencial del bono par peruano aumentó hasta 630 puntos básicos (pb) y se sitúa en la actualidad por encima de 680 pb, niveles inferiores a los alcanzados durante la crisis política de septiembre (por encima de 800 pb).
La sorprendente remontada del controvertido ex presidente Alan García, que dejó fuera de la segunda vuelta a la candidata de Unidad Nacional, Lourdes Flores, ha sido la razón de este aumento del nerviosismo en la comunidad financiera. El resultado, preliminar aún, dio por ganador a Alejandro Toledo, de Perú Posible, con un 36% de los votos, no suficientes para garantizarse la presidencia en la primera vuelta, seguido por Alan García (APRA), con un respaldo del 26%, y Lourdes Flores, con el 24%.
Alan García, que fue presidente en 1985, es recordado por su intento de reducir los pagos de la deuda externa mediante la formación de un cartel de países endeudados en América Latina. También se recuerda por la hiperinflación (7.200%), la quiebra del Banco Agrario y diversas acusaciones de corrupción.
La segunda vuelta se resolverá a finales de mayo, y los candidatos ya han iniciado sus acercamientos a otros partidos, destacando la búsqueda de apoyo de Alan García en la candidata de Unidad Nacional. El reto del próximo presidente será gobernar ante un Parlamento fragmentado y sacar al país del estancamiento económico.
El Banco Central de Brasil vuelve a subir el tipo de interés para defender el real
El real brasileño continúa castigado por la incertidumbre sobre Argentina, especialmente en torno al nuevo sistema cambiario. El fuerte movimiento depreciador de los últimos meses ha elevado la cotización del real hasta 2,2 unidades por dólar, máximos desde la devaluación de 1999. El Banco Central ha decidido subir de nuevo el tipo de intervención 50 puntos básicos, hasta el 16,25%, en un intento de acotar la depreciación. Destaca, además, la depreciación del sol peruano, aunque en este caso por factores internos.