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El BCE insiste en que los tipos de interés "no son tan elevados" en la UE

El Banco Central Europeo (BCE) sigue empeñado en resistir las fuertes presiones políticas para que rebaje en breve los tipos de interés en la zona euro. Para ello, se aprovecha de Estados comunitarios como España, que tampoco ven con buenos un descenso del precio oficial del dinero en el área.

La autoridad monetaria de Francfort volvió ayer a echar un jarro de agua fría sobre las expectativas de los analistas y políticos que han apostado por una próxima rebaja de tipos de interés en la zona euro. Y es que ayer el Banco Central Europeo (BCE) en su último informe mensual sobre coyuntura insistió en que no es tan urgente una rebaja del precio oficial del dinero. "Los tipos de interés no se encuentran a niveles elevados desde una perspectiva histórica", insistió la autoridad, advirtiendo que el banco europeo "seguirá centrándose en el mantenimiento de la estabilidad de los precios a medio plazo". El BCE insiste en que la disminución de las presiones inflacionistas en la zona euro "sigue estando condicionada al mantenimiento de la moderación salarial" y asegura que los efectos sobre los salarios de anteriores subidas del petróleo u otros factores transitorios "están retrasando la reducción de la inflación a niveles inferiores al 2%".

El BCE no cree que existan indicios de una recesión mundial y apuesta por que en la zona euro el crecimiento económico sea en el año 2001 "igual o ligeramente superior al crecimiento potencial estimado". Por su parte, los Gobiernos europeos acogieron ayer con distinta sensibilidad la decisión de la Reserva Federal de rebajar los tipos de interés de Estados Unidos otros 50 puntos básicos. Ante la posibilidad de que esa bajada condicione la política del BCE, que la próxima semana vuelve a decidir si mantiene o no el precio del dinero en Europa, varios representantes del Gobierno español advirtieron que sigue habiendo riesgos de inflación en el Viejo Continente.

Tanto el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, como el secretario de Estado de Economía, José Folgado, aseguraron que la tensión de los precios es un peligro mayor que la desaceleración de la economía. Luis de Guindos, secretario general de Política Económica, recordó también las diferencias económicas que aún persisten entre EE UU y Europa.

La economía europea está viviendo una fase económica distinta a la de Estados Unidos, aseguró Montoro, por lo que "no hay que ver una transmisión mimética" en la zona euro de la bajada de tipos que aprobó anteayer la Reserva Federal, y que dejó por primera vez en mucho tiempo el precio del dinero en EE UU por debajo del de los países de la UEM (4,50% frente a 4,75%).

El secretario de Estado de Economía explicó, por su parte, que la situación económica en Europa difiere de la estadounidense y que el BCE "ha mantenido los tipos porque entiende que el control de la inflación es un proyecto que está presente en Europa".

Para Folgado, la reducción de tipos en EE UU se produce porque la autoridad monetaria "ha entendido en este momento que la inflación es mucho menos problema que la desaceleración", pues el enfriamiento de la economía norteamericana "ha sido muy intenso".

Estas opiniones contrastan con las manifestaciones de los ministros de Economía de Francia y Alemania. El ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, se congratuló con la decisión de la Reserva Federal estadounidense de bajar medio punto los tipos de interés para reactivar la economía. No obstante, Eichel está a favor de que la autoridad de Francfort se lo piense más de una vez antes de aprobar un rebaja de tipos en breve. Por contra, su homólogo francés, Laurent Fabius, dio ayer a entender que el Gobierno francés desea un próximo recorte de tipos de interés, en mayo.

 

El diferencial de inflación con la zona euro no baja de 1,4 puntos

Las tensiones inflacionistas continúan en la Unión Europea (UE), al margen de la política monetaria practicada por el Banco Central Europeo (BCE) para que los precios no rebasen el listón del 2%, considerado como objetivo macroeconómico a largo plazo.

La oficina comunitaria de estadísticas, Eurostat, hizo público ayer los datos del índice de precios de consumo (IPC) armonizado para el conjunto del área (15 Estados miembros), cuyo crecimiento se mantuvo en marzo en el 2,3%, en tasa interanual, y en el 2,6% para los 12 países que forman la zona euro. Estos niveles de inflación continúan siendo sensiblemente inferiores al 4% en que se encuentra el IPC armonizado en España.

De esta forma, el diferencial de inflación entre España y la media de la UE permanece en 1,7 puntos (1,4 puntos en relación a la media de la zona euro), en espera de que en los próximos meses pueda reducirse por debajo del punto, según prevé el Ministerio de Economía. Esta posibilidad, sin embargo, es cada vez más remota, a juzgar por el efecto de la crisis del vacuno sobre los precios de los alimentos y del comportamiento inflacionista de algunos sectores como los servicios.

Lo cierto es que España continúa a la cabeza de la inflación en la UE, sólo superada por Portugal (5,1%), Grecia (4,9%) e Irlanda (4,1%), y muy lejos de países de peso como Alemania (2,5%), Francia (1,4%) y el Reino Unido (2,3%).

La Comisión Europea insistió ayer en que la inflación de la zona euro de marzo está "en línea" con sus previsiones económicas, hechas públicas en noviembre. Gerassimos Thomas, portavoz del comisario de Asuntos Monetarios, Pedro Solbes, recordó que los pronósticos de Bruselas pasan por que la inflación descienda a lo largo de 2001, aunque aumente "ligeramente" la tasa subyacente, que excluye del cómputo general los precios de la energía y los alimentos. Thomas recordó también que los jefes de Gobierno comunitarios han tomado nota de la "ralentización" de la economía en Estados Unidos y de su efecto "limitado" sobre la Unión Europea.

 

La divisa europea se recupera hasta cotizar a 0,89 dólares

El euro recuperó ayer frente al billete verde la tendencia alcista de semanas anteriores, superando los 88 centavos de dólar. En el mercado de Francfort llegó a cotizarse a 0,8899 dólares, frente a los 0,8868 dólares del inicio de la sesión.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial del euro en 0,8827 dólares. En Londres, la divisa europea se apreció aún más, alcanzando por la tarde los 0,894 dólares frente a la moneda norteamericana, por encima de 0,88 dólares de la apertura.

No obstante, los expertos creen que la bajada de medio punto de los tipos de interés en EE UU, aprobada el miércoles por el presidente de la Reserva Federal, Alan Greens-pan, acabará favoreciendo al dólar y perjudicando al euro si en Europa no se reduce, a su vez, el precio oficial del dinero. Actualmente, y después de la rebaja en Estados Unidos, los tipos de interés están 0,25 puntos porcentuales más elevados en la zona euro que al otro lado del océano Atlántico.

La Reserva Federal decidió abaratar el dinero por la debilidad de la coyuntura económica del país, lo que ha convencido a los inversores de que la ralentización del crecimiento estadounidense es más seria de lo que se pensaba.

Revisión de crecimiento

En Europa, la Comisión Europea publicará la próxima semana sus "previsiones de primavera", en las que ya ha adelantado que revisará a la baja la estimación de crecimiento de la zona euro y de la UE, en general, para este año, por debajo del 3%.

La modificación a la baja de los escenarios de crecimiento en los países centrales del euro, entre ellos España -el ministro deEconomía, Rodrigo Rato, la dará a conocer en los próximos días- es una de las circunstancias que más están incidiendo en los ahorradores a la hora de elegir una moneda refugio en la que mantener sus inversiones. De momento se resisten a abandonar el dólar, frente a una divisa -el euro- sobre la que persisten dudas sobre la fortaleza de la economía que la sustenta.

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