'Nadie apoyó nuestra idea de prohibir las harinas cárnicas'
El embajador del Reino Unido en España asegura que los sistemas productivos ingleses son similares a los europeos y asegura que ningún país comunitario apoyó en 1989 la propuesta británica de suprimir las harinas cárnicas.
Londres ha ordenado prudencia. La consigna es mantener la calma. Pero no es nada fácil dibujar un escenario de normalidad en un país que tras protagonizar la crisis de las vacas locas, ha sufrido más de 1.000 focos de fiebre aftosa que pueden acabar con la mitad de los 60 millones de animales susceptibles de padecer el mal.
Pregunta. Dicen los más pesimistas que el fin del mundo ha llegado a su país. ¿Qué ocurre?
Respuesta. Ha habido algunos problemas, pero no perdamos la perspectiva de las cosas. Reino Unido ha disfrutado de un gran crecimiento y de mucha prosperidad durante casi una década. Ahora mismo somos la cuarta mayor economía del mundo, con un PIB per cápita superior al de Francia o al de Alemania.
En estos momentos tenemos un problema grave con la fiebre aftosa. La causa del brote parece haber sido la importación de carne infectada fuera del Reino Unido. Estamos haciendo todo lo posible para controlar el brote con el respaldo firme de nuestros socios de la Unión Europea. Pero es importante que no perdamos la perspectiva de las cosas. Sí, las imágenes que se ven en televisión son lamentables, pero la fiebre aftosa sólo afecta a menos del 2% del ganado y existen grandes zonas del país a las que no ha llegado. No hay razón para no visitar el Reino Unido.
P. Dicen los expertos que esta agricultura industrial o de baja categoría que practica Inglaterra no ha hecho más que empezar a transmitirnos sus secuelas, que lo peor está por llegar, ¿tienen razón?
R. No acepto la afirmación de que la agricultura del Reino Unido es de 'baja calidad'. No hay prácticas agrícolas que no se apliquen también en muchos otros Estados miembros de la UE. De hecho, en algunos ámbitos, el Reino Unido tiene normas más estrictas que las de la UE y tenemos una trayectoria ejemplar de cumplimiento de las reglas de la PAC. Pero, obviamente, debemos considerar muy detenidamente las lecciones que se han de extraer de los problemas de la EEB y de la fiebre aftosa.
P. Gracias a esta agricultura productivista, en Inglaterra hoy la alimentación es un 10% más barata que hace 10 años. Incluso, el primer ministro Tony Blair asume su existencia cuando culpa a los supermercados de promover esta ansiedad por el recorte de precios agrarios. ¿Qué medidas puede tomar su Gobierno para intentar normalizar el sistema productivo agroalimentario?
R. Ciertamente, la comida es más barata en el Reino Unido ahora de lo que lo era hace 10 años gracias a unas técnicas agrícolas eficaces. Hubo preocupación por la política de precios de los supermercados el año pasado, pero la Comisión sobre Competencia llegó a la conclusión de que, en general, no se cobraban precios excesivos. Se está preparando ahora un código deontológico para garantizar que las prácticas de los supermercados no afecten negativamente en el futuro a la competitividad de los suministradores.
P. Después de tantos años de sufrir las pandemias ganaderas, ¿qué experiencia poseen y pueden transmitir para el fortalecimiento de los instrumentos de control de las crisis alimentarias?
R. Recuerde que cuando apareció la EEB en el Reino Unido no se tenía experiencia previa de la enfermedad. La EEB está controlada en el Reino Unido, aunque hay lecciones que aprender. El informe independiente que analizó la respuesta del Gobierno a la enfermedad resaltaba la necesidad de valorar y gestionar adecuadamente los riesgos. En la lucha contra la fiebre aftosa no hay indicación de que haya habido errores en la valoración. Como es lógico, compartimos todo lo que hemos aprendido con nuestros socios de la Unión Europea.
P. Los ganaderos europeos poseen un cierto recelo por la impunidad con que han tratado las instituciones comunitarias sus posibles responsabilidades en la transmisión de las enfermedades. Dicen que el Reino Unido produce primero el virus o el prión, después lo exporta y luego pretende lograr indemnizaciones por ello. ¿A qué cree que se debe esta postura de las autoridades europeas con respecto a su país?
R. Pienso que se refiere a la insinuación de que el Reino Unido exportó harina de carne y hueso para pienso de rumiantes a sabiendas cuando se había determinado que podía ser la causa de la EEB y habíamos prohibido su uso. De hecho, cuando impusimos la prohibición total también prohibimos su exportación. Además apoyamos la propuesta de la Comunidad en 1989 de una prohibición en toda la UE del uso de harinas de carne y de hueso en piensos para rumiantes. Lamentablemente, el resto de nuestros socios no apoyó esa propuesta. Tras los últimos brotes de EEB en el continente europeo, está claro que nuestro enfoque de los problemas prácticos que conllevan los brotes graves de enfermedades animales no era exclusivamente nuestro. Actuamos y seguimos actuando dentro del marco legal de la Comunidad.
P. ¿Considera que el Reino Unido debe pagar de alguna manera su responsabilidad en las contaminaciones ganaderas o debe ser exonerado de su responsabilidad?
R. Aquí hay que diferenciar entre la fiebre aftosa y la EEB. La fiebre aftosa tiene su origen fuera del Reino Unido. La EEB es más compleja. Como he dicho, una teoría mantiene que la EEB la causó el uso de harinas de carne y hueso en los piensos. Siento que no pudiéramos lograr un acuerdo para la prohibición en la Unión Europea de su uso en los piensos para rumiantes cuando prohibimos su uso en el Reino Unido en 1988. La otra teoría indica que la causa de la EEB fue una mutación genética espontánea. De ser así, podría haber ocurrido en cualquier parte.
P. ¿Qué opinión le merecen las querellas contra el Reino Unido presentadas por los sindicatos agrarios españoles ?
R. Personalmente, no estoy de acuerdo. Pero no sería adecuado que comentara una cuestión que puede ser objeto de actuación en los tribunales.
P. ¿Qué escenario vive hoy el sector ganadero británico tras las epidemias de vacas locas y la fiebre aftosa?
R. Los ingresos de los granjeros están en su nivel más bajo en 30 años. Pero la respuesta del Gobierno ha sido positiva y, siguiendo las directrices de la Unión Europea, invertirá 6.000 millones de euros en los próximos siete años. La PAC frena claramente la adaptación de las empresas al cambio. Queremos un mayor ajuste entre los precios de la UE y los mundiales y una reorientación de las medidas de ayuda.