Dos grupos estudian participar en la privatización de Ence
La Sociedad Estatal de participaciones Industriales (SEPI) comenzó ayer a enviar el cuaderno de privatización del fabricante de celulosa Ence, del que posee el 51%. La oferta final sobre esta empresa se recibirá el 18 de abril, aunque el próximo miércoles se podrá conocer quiénes optan a la compra del 24,9% de esta empresa. Entre los requisitos mínimos que exige la SEPI figura el mantenimiento de la sede social en España, la continuidad de la actividad en el área forestal y maderera y el mantenimiento de la plantilla.
Actualmente hay dos grandes grupos que están sopesando la entrada en el capital de esta compañía, presidida por el que fuera el presidente del Senado, Juan Ignacio Barrero, del Partido Popular. Uno de ellos está liderado por Caixa Galicia, que actualmente tiene el 3,01% de Ence y aspira a elevar esa participación al 10%.
La entidad gallega mantiene negociaciones con Portucel, el fabricante de celulosa y papel portugués, también semipúblico, que actualmente conserva un 7% de Ence. La relación de Portucel con Ence viene de lejos, pero no parte de una buena base. Ambas empresas estudiaron en 1998 una alianza, preludio de una fusión, que terminó en desencuentro porque Portucel compró el 5% de Ence y la SEPI decidió romper las negociaciones. La compañía portuguesa prefirió ayer mantener silencio sobre su participación en el proceso de compra de Ence.
Reedición de oferta
De otro lado, aún está por concretar el interés de otro de los consorcios que mostraron interés por la empresa celulósica, el formado por Unión Fenosa, Caixanova, Foresgal (la asociación forestal gallega) y el Banco Pastor. Este grupo hizo en diciembre de 1999 una propuesta a la SEPI por el 51% de la empresa, antes de que se abriera la privatización, por la que se comprometía a pagar entre 11 y 16 euros por acción. Cuando la oferta se hizo pública el precio era un 27% menor que el valor de la compañía. Desde una de las empresas de este consorcio se comenta que la valoración era la adecuada, pues Ence necesita inversiones de cerca de 80.000 millones de pesetas.
Estas mismas fuentes han asegurado que después de la negativa a su propuesta, no descartan volver a analizar la compra aunque el diseño no sea el mismo. Ya no es el 51%, sino el 24,9% del capital al que puede optar un socio o grupo de referencia, pues el 26,01% restante se colocará en Bolsa con una OPV.
Diseño de venta
El Banco Pastor ya confirmó a la CNMV el pasado 7 de marzo su interés en participar como socio de referencia en la empresa y su disposición a estudiar la oferta. Fuentes de este consorcio, no obstante, dicen que el diseño de la operación, asesorada por el BSCH, no les satisface porque deja al fabricante de celulosas expuesto a una OPA.
El Pastor no es la única entidad financiera interesada. El Banco Zaragozano estaría estudiando la opción de participar en la privatización.
Lo cierto es que la lista de los interesados en Ence cuando no se había concretado el proyecto de venta era mayor. Uno de los que estudiaron la compra fue el gigante brasileño del sector, Aracruz, y la portuguesa Sonae, interesada en formar un grupo ibérico de celulosa con Portucel. Pero si con esta última las relaciones acabaron mal, con la empresa de Belmiro de Azevedo quedaron aún peor después de la compra del 8,7% de Ence por esta empresa. El presidente de la SEPI, Pedro Ferreras, pidió a Sonae deshacer sus posiciones y los portugueses vendieron todo.
Coincidiendo con la apertura oficial de su venta, Ence comunicó ayer que eleva su dividendo a 2,40 euros por acción.