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INTERNACIONAL

La caída de las ventas en EE UU aleja la esperanza de recuperación

Las ventas minoristas de EE UU cayeron 0,2% en febrero (tras subir un 1,3% el mes anterior), revirtiendo de inmediato las esperanzas de rápida reactivación económica. La Casa Blanca recibió el dato reiterando el llamamiento a favor de una inmediata bajada de impuestos.

Los estadounidenses, cada vez más preocupados por la marcha de su economía, volvieron a apretarse el cinturón en febrero. El índice de ventas minoristas, que había subido un esperanzador 1,3% en enero (el dato fue revisado al alza), cayó un 0,2% el mes pasado, frente al aumento del 0,4% previsto por la mayoría de los expertos. Y con ello se alejan las esperanzas de pronta reactivación económica.

El consumo de los particulares representa dos tercios del PIB estadounidense. Y un frenazo en las compras de los ciudadanos se deja notar de inmediato en los resultados de las empresas, su nivel de producción y su política de contrataciones.

Crisis generalizada

Compañías como Intel, Cisco y Motorola ya han avisado que sus resultados trimestrales serán inferiores a lo previsto y han anunciado despidos masivos.

Además, los empresarios han empezado a avisar que el declive de ventas no es sólo perceptible en Estados Unidos, sino también en Europa y Asia, y que la recuperación tardará más de lo que pensaban hace unas semanas.

Las malas noticias en el frente empresarial han desplomado los índices de Bolsa y, con ello, el nivel de consumo de los ciudadanos que tienen parte de sus ahorros invertidos en acciones (un 40% de la población).

Según el economista Ste-phen Slifer, del banco Lehman Brothers, "las estadísticas indican que el gasto de los consumidores está altamente influenciado" por la evolución bursátil, "sobre todo por el Nasdaq". Y el índice de las tecnológicas cerró el martes por debajo de los 2.000 puntos por primera vez desde diciembre de 1998 (el descenso acumulado desde marzo del año pasado es del 61,9%. Incluyendo todos los índices, en el último año se han evaporado cuatro billones de dólares de riqueza por el declive de las acciones.

A los despidos y el desplome bursátil se suma un aumento en los precios de la energía que se deja notar en las gasolinas y en las facturas de electricidad y gas de empresas y particulares.

Para terminar de redondear el cuadro, cada vez hay más economistas que avisan que la bajada de tipos puesta en marcha por la Reserva Federal puede no ser suficiente para evitar que la economía entre en recesión.

Ted Wieseman y Richard Berner, de Morgan Stanley Dean Witter, publicaron una nota el día 7 en la que reconocen que el banco central ha conseguido aumentar sensiblemente la liquidez disponible en el mercado. Sin embargo se muestran "escépticos sobre la posibilidad de que este fuelle financiero reactive rápidamente el crecimiento económico".

Este tipo de avisos está siendo aprovechado por el presidente George Bush para reforzar su tesis de que, además de bajar los tipos de interés, es preciso aprobar de inmediato una ambiciosa bajada de impuestos que ponga más dinero en los bolsillos de los ciudadanos.

Bajada de tipos

El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, respondió ayer al dato de ventas diciendo que la acumulación de "indicadores económicos inquietantes sugieren una debilidad aún mayor en la economía" y que Bush está "preocupado por ello". En las actuales circunstancias, añadió, la bajada de impuestos es en realidad un "plan de recuperación económica".

La Reserva Federal ya bajó los tipos de interés interbancarios en un punto porcentual en enero y prácticamente todos los expertos dan por seguro un nuevo recorte en la reunión que celebrará el 20 de marzo.

La mayoría de los analistas apuestan por otra bajada de 50 puntos básicos. Y Wall Street, las empresas y los ciudadanos rezan para que ello sea suficiente para dar un impulso a la economía.

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