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La Bolsa apuesta por alternativas a la fusión de Endesa e Iberdrola

Una posible marcha atrás en la fusión de Endesa e Iberdrola por las condiciones de las autoridades de la competencia ha disparado la cotización de estas empresas. Y, en ese caso, la eliminación de las incertidumbres para Endesa y el posible interés de RWE y E.ON por la eléctrica vasca son las causas de esa evolución, según los analistas.

La inminencia del informe del Tribunal de Defensa de la Competencia y los rumores respecto a las duras condiciones que este organismo impondrá a la fusión de Endesa e Iberdrola hicieron que ayer se volviesen a disparar en Bolsa las cotizaciones de estas dos eléctricas, especialmente la de la eléctrica vasca que experimentó la subida más importante de su historia.

Los analistas estiman que la transacción se enfrenta a importantes problemas y que la posible marcha atrás, ante esas circunstancias, beneficiaría a ambas empresas.

Por un lado, Endesa (la compañía que proyecta absorber Iberdrola) eliminaría de su horizonte incertidumbres unidas a una integración de más de 12.000 millones de dólares, que se enfrenta adicionalmente a las reticencias y requisitos de las autoridades de la competencia.

Iberdrola, por su parte, sube en Bolsa en esta etapa, una de las más problemática de la integración, ya que una ruptura con Endesa la haría vulnerable a otra OPA, con un precio previsiblemente más elevado que el canje de 18 endesas por 23 iberdrolas más 0,15 euros, añaden los analistas.

Y, así, los títulos de Endesa y de Iberdrola suman en los dos primeras sesiones del año revalorizaciones del 9,45 y del 10,7%, respectivamente. La compañía que preside Rodolfo Martín Villa subió un 6,53%, hasta los 19,90 euros, mientras que la empresa vasca cerró la sesión en 14,80 euros, con una subida del 8,9%.

El Tribunal de Defensa de la Competencia enviará al Gobierno la redacción definitiva de su informe y las conclusiones sobre la fusión antes del 10 de enero. Según medios consultados, este organismo optará por no vetarla para dejar que sean los consejos de administración los que decidan si las condiciones la hacen o no viable y rentable.

Sin embargo, fuentes próximas a la operación consideran que ésta cuenta con los suficientes apoyos políticos (en caso contrario el presidente de Endesa, Rodolfo Martín Villa, no habría llegado a la fase actual), por lo que saldrá adelante, pese a que las compañías deberán modificar sustancialmente el diseño del proyecto, tanto en lo que se refiere al grupo resultante como al proceso de desinversión.

Y en esta línea sitúan las intervenciones a finales del pasado diciembre de los consejeros delegados de Endesa e Iberdrola, Rafael Miranda y Javier Herrero, respectivamente. Con matices diferentes en los mensajes de ambos directivos, el aviso que enviaron al Gobierno y a los mercados se refería a que un posible pero esperado endurecimiento de las condiciones por parte del Tribunal de Defensa de la Competencia respecto al emitido por la Comisión Nacional de la Energía hiciese inviable el proyecto desde el punto de vista industrial y del valor para el accionista.

La cuota que la nueva empresa podrá tener en distribución (Endesa e Iberdrola quieren mantener el 60%), así como el método para la enajenación de activos son dos de los temas que las compañías intentan convencer al Gobierno que acepte la parte sustancial de sus tesis. Una de las cláusulas del informe de la CNE admitía una solución intermedia para la distribución hasta que esa actividad quede liberalizada.

Periodo transitorio

El Gobierno sí parece dispuesto a imponer un periodo más corto (un año) para la desinversión de activos que el propuesto por las compañías. También la CNE apostó por una reducción de la etapa transitoria.

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