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El Festival Sónar se convierte en aula de formación para ejecutivos

Cuenta con Sónar+D, un lugar destinado a la innovación Reúne a grandes empresas, 'startups' e inversores

Pruebas con 'startups' de inteligencia artificial, en el Sónar+D del pasado año.
Pruebas con 'startups' de inteligencia artificial, en el Sónar+D del pasado año.
Pablo Sempere

Quizá sea por la vocación con la que nació, en 1994 en Barcelona, como festival de música electrónica y experimental. O quizá haya sido por aprovechar el tirón que aporta un entorno creativo. Sea como sea, el festival Sónar, que se celebrará del 15 al 17 de junio en Barcelona, es desde hace tres años un espacio en el que la música no es la única protagonista. Es el lugar elegido también por empresas, desde las más tradicionales, como BNP Paribas, hasta startups que han encontrado en este escenario un ambiente innovador en el que crecer y desarrollarse. “Hablamos de Sónar+D, un espacio físico que sucede a la vez que el resto del festival y donde se mezclan la creatividad y el negocio”, explica Alberto Díaz, socio de la consultora de transformación digital Migration (Business & Organization), una de las firmas organizadoras de este proyecto por el que cada año pasan cerca de 50.000 personas, entre empresarios, directivos, mentores, inversores y curiosos.

La iniciativa surgió con la idea de acercar a las grandes organizaciones hacia todo lo que está ocurriendo en el ámbito de la transformación digital y tecnológica. “Estas empresas cada vez tienen más dificultad para encontrar la innovación que necesitan. Aquí no les damos soluciones milagrosas, pero sí les enseñamos lo último que está ocurriendo”, prosigue. De esta forma, en medio del festival, convergen entre sí charlas inspiradoras de directivos de Google o PayPal y expertos en diseño, moda o marketing con startups dedicadas a la robótica, a la inteligencia artificial y virtual o a la impresión 3D.

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Todo ello, recuerda Díaz, en un festival, en un ambiente que aporta ese plus de novedad y creatividad necesaria, muy alejado de lo que suele verse en conferencias, charlas o ferias del sector. A todo esto se le añade, profundiza el director ejecutivo de música avanzada de Sónar, Ventura Barba, que desde el comienzo, hace más de 20 años, “el festival fue un lugar en el que los músicos utilizaron la tecnología para potenciar su despliegue artístico en el escenario. Siempre fuimos un laboratorio y un lugar innovador”. Con todo esto, desde Sónar presumen en ser el único lugar de Europa en el que esto sucede, “algo parecido a lo que ocurre en otras partes del mundo, como el evento Burning Man, que se celebra en el desierto de Nevada (Estados Unidos) y al que Google anima a acudir a sus directivos”, agrega Alberto Díaz.

Salvando las distancias, “contar con un espacio para profesionales en el mismo entorno en el que luego están los consumidores finales nos hace únicos”, dice Ventura Barba, ya que es posible que empresarios, estartaperos e inversores hablen de algo que pueden probar a 50 metros de distancia con consumidores reales, que están disfrutando de la música.

Es el único festival de Europa en el que las empresas y startups convergen con la música

Ventura Barba, director ejecutivo de música avanzada

De hecho, añade Barba, poner en contacto a grandes inversores con startups casi desconocidas es otro de los puntos fuertes de Sónar+D. Fue aquí donde Oval, el instrumento musical digital que ya está en el mercado, presentó su primer prototipo hace tres años. Un año después, Kickstarter, la plataforma americana de financiación de proyectos creativos más grande del mundo, eligió Sónar+D para lanzar su plataforma en España. La startup MOD Devicers, que consiguió financiación el pasado año, estará en esta edición en el espacio expositivo del festival.

Esto son solo tres ejemplos de historias que han surgido en este entorno, pero hay más. “Y todo surge porque se juntan perfiles diferentes, de sectores muy distintos, que deciden trabajar juntos. Hoy ninguna industria es ajena a la innovación, los avances han dejado de ser patrimonio exclusivo de las grandes empresas, y en estos lugares es posible ver todo lo que se está moviendo”, recalca Barba. Sirva como ejemplo que para la edición de este año, que empieza el miércoles 14, un día antes que el resto del festival, se han acreditado hasta la fecha más de 4.500 profesionales, 60 conferenciantes y 2.000 empresas participantes, además de haber sido seleccionadas 30 startups para mostrar sus trabajos e ideas, “las más disruptivas a nuestro juicio que hay ahora”, presume Barba.

Pero hay más. También hay quienes, desde una gran empresa más tradicional, van a empaparse de las últimas tendencias de la mano de Migration (Business & Organization), que también se encarga de reclutar a este tipo de visitantes. La consejera delegada de BNP Paribas-Cardif, Cecilia Boned, acude a Sónar+D por primera vez este año, con la idea de encontrar nuevas aproximaciones con las que entender la evolución de los negocios y mercados: “Es un espacio extraordinario para sentir y pensar libremente, donde se reúnen empresas consolidadas con startups, ejecutivos clásicos con mileniales...”, cuenta. Además, es una ocasión única para las organizaciones más tradicionales. “Como el espacio es distinto al clásico, las oportunidades de intercambio son distintas. Cambiar de entorno nos obliga a observar las novedades desde una perspectiva más desenfadada y abierta, lo que debería permitirnos más creatividad a la hora de plantearnos cómo la innovación afecta a nuestros negocios”.

Como el espacio es distinto al clásico, las oportunidades de intercambio también lo son
Experimentos con robótica, durante el festival.
Experimentos con robótica, durante el festival.

Cecilia Boned, CEO de BNP-Cardif en España

Junto a Boned también acuden por primera vez representantes de grandes compañías de otros sectores también tradicionales, como el de la alimentación y las bebidas. Todos ellos interesados en ver qué se está cociendo fuera de sus instalaciones. “La tecnología va a modificar las necesidades de nuestros clientes y socios, que tenemos que saber anticipar. Pero sobretodo, estas startups proponen una nueva visión sobre alguna parte de nuestros negocios clásicos, en la que no nos fijamos o no damos suficiente importancia”, asegura la directiva del grupo bancario francés.

Esto no significa que las grandes compañías encuentren en el festival la solución que están esperando. Tampoco es seguro que puedan implantar una innovación en su negocio de la noche a la mañana. Lo que sí aseguran desde Sónar+D es que allí se consigue abrir los ojos a las organizaciones más perdidas, así como animar a implantar estos cambios. “Pasados los cuatro días sales con una mentalidad diferente, sabiendo que o tienes un problema o una oportunidad. Sea una u otra opción, sabes que tu relación con la tecnología debe cambiar”, avisa Alberto Díaz.

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Sobre la firma

Pablo Sempere
Es redactor en la sección de Economía de CINCO DÍAS y EL PAÍS y está especializado en Hacienda. Escribe habitualmente de fiscalidad, finanzas públicas y financiación autonómica. Es graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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