Problemas para Tesla: los robotaxis de Waymo llegan a tres nuevas ciudades
Estos coches que conducen de forma autónoma son cada vez más utilizados por los usuarios. La expansión de esta compañía demuestra que su apuesta es válida y, por lo tanto, se convierte en un dolor de muelas para Tesla.


El tablero de juego de la conducción autónoma se acaba de agitar, y mucho. Apenas unas semanas después de anunciar su desembarco en Londres, marcando su primera expansión europea, la compañía Waymo -propiedad de Alphabet, que es la matriz de Google- ha anunciado que se prepara para lanzar su servicio en tres nuevas ciudades clave de Estados Unidos: San Diego, Detroit y Las Vegas.
Este movimiento se puede considerar como una demostración de fuerza que pone en una situación muy delicada a su principal rival en la carrera por el futuro de la movilidad: Tesla, la compañía propiedad de Elon Musk.
Detroit, Las Vegas y San Diego
Aunque Waymo no ha fijado una fecha exacta en el calendario para el despliegue, se espera que el servicio comercial para pasajeros de pago comience en algún momento del año 2026. Los usuarios podrán, como ya ocurre en otras ciudades, reservar sus viajes y gestionar sus cuentas a través de, como siempre, la aplicación Waymo One.
We’re bringing the safety, reliability and magic of our autonomous ride-hail service to three more cities next year.
— Waymo (@Waymo) November 3, 2025
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Lo interesante de esta expansión es que no se trata de un despliegue en frío. La compañía lleva tiempo probando sus coches autónomos en estas tres localizaciones para entender a fondo su comportamiento en condiciones de tráfico y meteorológicas muy diversas. Cada ciudad presenta diferentes desafíos:
- Detroit: es el corazón simbólico de la industria automotriz estadounidense, la Motor City. Pero, sobre todo, es un entorno climatológico hostil. La nieve y el hielo de Detroit suponen un desafío técnico de primer nivel para los sensores LiDAR y las cámaras de los vehículos Waymo.
- Las Vegas: el reto aquí no es el clima, sino la densidad y el caos. El área de servicio incluirá el famoso Strip, una de las arterias con mayor congestión de tráfico, peatones y comportamientos impredecibles del país. Además, ya están en marcha los planes para ampliar el servicio hasta el aeropuerto de la ciudad.
- San Diego: esta localización en California ofrece un entorno urbano y suburbano complejo, con terrenos costeros y una infraestructura vial diferente a la de sus otras zonas de operación.
Este trío de ciudades se suma a la lista de operaciones activas de la compañía, que incluye el área de la Bahía de San Francisco; Los Ángeles; Phoenix; Austin; y Atlanta. Y las previsiones son de crecimiento constante, con pruebas piloto planeadas para Miami, Washington y Denver, entre otras.
El campo de batalla: la escalabilidad
La expansión de Waymo es mucho más que una simple noticia de crecimiento corporativo. Es la prueba más de que la carrera por la conducción autónoma ha entrado en una nueva fase: la de la escalabilidad. Durante años, la pregunta no era quién tenía la tecnología más avanzada en un entorno de pruebas controlado… sino quién sería el primero en poder replicar un servicio de robotaxis de forma fiable, segura y, además, rentable.

Waymo, poco a poco, está demostrando que su modelo, metódico y basado en una validación exhaustiva, puede escalarse. Ya no son solo experimentos en Phoenix o San Francisco; es un modelo de negocio en expansión. Este avance sistemático es, precisamente, lo que pone en jaque a otras opciones como las que tiene ahora mismo Tesla.
Y es que el anuncio golpea directamente en el corazón de la promesa de Elon Musk. La industria de la conducción autónoma está definida por dos filosofías radicalmente opuestas, encarnadas por estas dos compañías. Por un lado, tenemos el Método Waymo. Es la estrategia de la ingeniería meticulosa. Y, por el otro, está la apuesta de Tesla, que encarna la apuesta por la inteligencia artificial pura

¿Quién gana la Carrera?
Aquí es donde la expansión de Waymo hace daño a Tesla. Mientras esta última sigue perfeccionando su FSD (que, a día de hoy, sigue siendo un sistema de asistencia al conductor Nivel 2 que requiere supervisión humana constante), la marca de Alphabet ya está operando un negocio de Nivel 4 (conducción autónoma total sin conductor de seguridad) en cinco ciudades y expandiéndose a tres más (además de sus planes internacionales donde ya se apunta a Tokio).
Si a esto se le suma que Waymo acumula millones de kilómetros de pago sin conductor – y que Tesla, mientras tanto, sigue aplicando para obtener los permisos iniciales para operar como robotaxi en California, un proceso que Waymo superó hace años-, parece que la primera tiene ahora mismo las de ganar. Pero, estando Elon Musk en la partida, todo puede pasar.

