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El rover Curiosity de la NASA manda una nueva y sorprendente imagen desde Marte

Esta muestra de una forma mucho más cercana y precisa de la exploración que está realizando este rover en el planeta vecino.

Rover Curiosity de la NASA
Iván Martín Barbero

Desde hace más de una década, el rover Curiosity de la NASA sigue desvelando los secretos de Marte, capturando imágenes que fascinan a la comunidad científica y que nos acercan como nunca antes a la superficie y la historia del planeta rojo. Las últimas imágenes difundidas por la agencia espacial estadounidense marcan un hito en la exploración marciana, mostrando detalles inéditos del terreno y, por primera vez, rastros visibles de la actividad de este ingenio desde el espacio.

Un viaje de exploración sin precedentes

Curiosity aterrizó en Marte en agosto de 2012, en el interior del cráter Gale, una cuenca de 154 kilómetros de diámetro que se ha convertido en uno de los laboratorios naturales más valiosos para la astrobiología. El objetivo principal de la misión es claro: buscar indicios de vida pasada, analizando la geología y la composición química del planeta para determinar si alguna vez existieron las condiciones necesarias para albergar vida.

Curiosity de la NASA trabajando en Marte

Durante estos años, el rover ha recorrido kilómetros de terreno marciano, ascendiendo lentamente por las laderas del monte Sharp, una montaña de cinco kilómetros de altura situada en el centro del cráter. Cada tramo avanza con cautela, deteniéndose para analizar rocas, tomar muestras del suelo y, sobre todo, capturar imágenes panorámicas que permiten a los científicos reconstruir la historia geológica de Marte.

La NASA saca partido del Curiosity

Uno de los mayores logros recientes ha sido la obtención de una imagen aérea sin precedentes: por primera vez, la cámara HiRISE (High-Resolution Imaging Science Experiment) a bordo del orbitador Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA ha conseguido fotografiar al rover Curiosity en pleno desplazamiento sobre la superficie marciana.

Hasta ahora, las imágenes orbitales del rover lo mostraban siempre detenido, como una pequeña mancha oscura sobre el terreno rojizo. Sin embargo, en esta ocasión, la fotografía revela al vehículo en marcha, acompañado de un rastro serpenteante dejado por sus ruedas. Este trayecto, de unos 320 metros, es el resultado de once desplazamientos realizados entre el 2 y el 28 de febrero de 2025, a una velocidad máxima de 0,16 km/h.

Las huellas del Curiosity, perfectamente visibles desde la órbita, permanecerán grabadas en el suelo marciano durante meses, hasta que los vientos y el clima extremo del planeta las borren. Para los científicos, estas marcas no solo son testimonio del avance tecnológico, sino también una herramienta para analizar la interacción del rover con el terreno y estudiar los procesos erosivos en Marte.

Un paisaje de otro mundo: las formaciones boxwork

El destino de este último periplo del Curiosity era una zona de especial interés científico: una región repleta de formaciones conocidas como boxwork, estructuras geométricas que recuerdan a una telaraña o a una red de cajas. Estas formaciones, observadas por primera vez desde la órbita en 2006, se cree que se originaron por la acción de aguas subterráneas hace miles de millones de años.

Imagen de Marte obtenida por el Curiosity de la NASA

La panorámica obtenida por el rover -compuesta a partir de 291 imágenes tomadas por la cámara Mastcam durante tres días de mayo de 2025- permite apreciar en detalle estos patrones en el suelo, así como el relieve accidentado del entorno y, al fondo, el promontorio conocido como Texoli. La importancia de estas formaciones radica en que los minerales depositados por el agua subterránea endurecieron el terreno, y tras milenios de erosión por el viento marciano, han quedado al descubierto estas crestas bajas. Para los astrobiólogos, estas zonas son clave, ya que el agua que fluyó por ellas pudo contener nutrientes esenciales para la vida microbiana.

Las nuevas imágenes del rover Curiosity representan mucho más que un logro técnico: muestran el patrón evolutivo de Marte y, por lo tanto, se obtiene información muy valiosa que son toda una invitación a seguir explorando. Cada fotografía, cada rastro dejado en el polvo rojo, nos acerca un poco más a responder la gran pregunta: ¿estuvo alguna vez este planeta habitado?

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