48.000 millones por Tylenol es una demostración de confianza en la ciencia de las fusiones
Hasta ahora, los tribunales han coincidido con los estudios, que no muestran ninguna relación creíble entre el ingrediente activo, el paracetamol, y el autismo
Kimberly-Clark confía en que la ciencia prevalecerá sobre las sensaciones. El fabricante de Kleenex y de los pañales Huggies anunció el lunes que comprará la empresa de medicamentos sin receta y bienes de consumo Kenvue por 48.700 millones de dólares, incluida la deuda. Sus acciones cayeron rápidamente alrededor de un 13%. El acuerdo es una apuesta oportunista que parte de la base de que las preocupaciones derivadas de las afirmaciones del presidente Donald Trump, que relacionan el famoso analgésico Tylenol de Kenvue con el autismo, se desvanecerán ante las evidencias.
Kenvue ha atravesado momentos difíciles desde que se separó de Johnson & Johnson en 2023. El crecimiento ha sido lento, y aumentan los temores sobre pérdidas derivadas de una serie de demandas, tras los comentarios de Trump. Hasta ahora, los tribunales han coincidido con los estudios, que no muestran ninguna relación creíble entre el ingrediente activo del Tylenol, el paracetamol, y el autismo.
Entra en escena Kimberly-Clark, que ofrece 21,01 dólares por acción, una prima del 46%. El comprador está entusiasmado con la adquisición de marcas como el enjuague bucal Listerine. Bienes tan duraderos y prácticamente sinónimos de su categoría no salen al mercado a menudo. Los analistas creen que Kenvue ganará unos 3.200 millones antes de impuestos. Si a esto le sumamos 1.900 millones de recortes, obtenemos algo más de 4.000 millones de beneficio, una rentabilidad superior al 8%. Es una perspectiva decente para una empresa de bienes de consumo aburrida pero segura.
La reacción de los inversores de Kimberly-Clark podría deberse a la elevada prima, ofrecida por un postor que encaja menos con Kenvue que, por ejemplo, Procter & Gamble. Es cierto que el solapamiento entre ambas empresas –en pañales y otros productos– podría suponer un quebradero de cabeza desde el punto de vista normativo. Aun así, el solapamiento relativamente limitado significa que los recortes previstos podrían ser más fáciles de prometer que de cumplir. Y sigue existiendo el temor a los litigios: el estado de Texas ya ha demandado a Kenvue por su supuesta relación con el autismo. Sin embargo, como un comprador consciente ante un descuento, Kimberly-Clark parece limitarse a seguir la ciencia de las fusiones y adquisiciones.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.