Porsche marca una nueva jerarquía de daños en la guerra de los vehículos eléctricos
El aumento de la competencia pone más difícil diferenciarse a las marcas de lujo y prémium

Porsche está dando un giro radical a sus ambiciones en materia de vehículos eléctricos. Las acciones del fabricante de coches deportivos, valorado en 40.000 millones de euros, y que se escindió de Volkswagen en 2022, cayeron más de un 7% el lunes después de que retrasara el lanzamiento de determinados modelos de baterías. La mala situación de los mercados en China y Estados Unidos explica en parte este cambio, pero la valoración de Porsche sigue pareciendo vulnerable a los cambios provocados por la transición a los vehículos eléctricos.
Los fabricantes de coches de lujo deberían de ofrecer a los inversores una trayectoria estable, pero Porsche ha sido todo lo contrario: la caída de 1.800 millones de euros del viernes fue su tercera advertencia sobre los beneficios en lo que va de año. También dijo que solo generará un margen de beneficio operativo de entre el 2% y el 3%. La empresa afirma que continúa “decididamente con su reestructuración integral” para hacer frente a la realidad del mercado.
Esto significa que el consejero delegado Oliver Blume, seguirá produciendo durante más tiempo versiones con motor de combustión interna de coches como el Cayenne y el Panamera, mientras que un nuevo vehículo utilitario deportivo totalmente eléctrico se ha retrasado indefinidamente. El cambio supone un golpe a corto plazo, pero también un dolor a la larga: Porsche prevé un margen de beneficio operativo “de dos dígitos”, que baja del 17% al 15%. En el momento de la salida a Bolsa, aspiraba al 20%.
En cierta medida, la noticia refleja los propios errores de Porsche. Apostó fuertemente por los vehículos eléctricos, pero se ha visto afectada por una sobreexposición a China, que se encuentra en medio de una guerra de precios y está experimentando una disminución de la demanda de las ostentosas marcas occidentales, y a Estados Unidos, afectado por los aranceles y una ralentización de la transición ecológica. Estos dos últimos mercados representaron casi la mitad de todas las entregas de Porsche el año pasado.
Sin embargo, los cambios más generales en el sector del automóvil también están perjudicando a la empresa. El mercado de los coches de lujo o de gama alta parecía relativamente saludable en los últimos años, con un fuerte nivel de aceptación de los vehículos eléctricos y el aumento de los precios de los coches.
Ahora, unas tasas más altas y la disminución de las subvenciones gubernamentales están cambiando el guion, mientras la competencia se intensifica dentro de la transición a los vehículos eléctricos. El fabricante de teléfonos inteligentes Xiaomi, por ejemplo, ha lanzado un coche capaz de pasar de cero a 100 kilómetros por hora en dos segundos, y se considera un rival del Taycan de Porsche.
A medida que más consumidores se pasan a los nuevos modelos, puede resultar cada vez más difícil diferenciarse para las marcas de lujo y prémium. Hay excepciones: Ferrari ha conservado su atractivo de lujo gracias a una estrategia de producir menos coches de los que quieren sus multimillonarios clientes. Sin embargo, los coches deportivos más emblemáticos y caros de Porsche, el 911 y el 718, representaron menos de una cuarta parte de las ventas del año pasado.
Tras el anuncio del viernes, Porsche vale ahora menos de la mitad de su precio de salida a Bolsa, que era de 82,50 euros por acción. Sin embargo, según los datos de LSEG, sigue valorándose en torno a 15 veces los beneficios de 2026, aproximadamente el doble del múltiplo de BMW. Peor aún, su nueva previsión de margen solo supera ligeramente el rango del 8% al 10% fijado como objetivo por el grupo de Oliver Zipse. Ese tipo de valoración de lujo es cada vez más difícil de justificar.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

