El repunte de la oferta del BBVA se mide mejor en milímetros
Torres está un poco más cerca de su objetivo, pero aún le queda mucho camino por recorrer

Finalmente, Carlos Torres presentó ayer a los accionistas del Banco Sabadell una propuesta real que considerar. El presidente del BBVA aumentó su oferta en un 10% y descartó un nuevo incremento. Está lejos de ser un precio irresistible. Que funcione o no dependerá en última instancia de qué grupo de accionistas del Sabadell termine decidiendo la cuestión.
El alza confirma lo que los precios del mercado venían insinuando desde hacía tiempo: Torres tenía que ser más generoso, a pesar de sus protestas en sentido contrario. La buena noticia para él es que su movimiento ha puesto fin por fin a la incómoda situación en la que las acciones de Sabadell cotizaban por encima de los términos de la oferta. A media mañana, el objetivo catalán cotizaba un 3% por debajo del valor real de la opa, basada íntegramente en acciones. Eso significa que cualquiera que aceptara la oferta ganaría al menos un poco de dinero, en lugar de cristalizar una pérdida.
Sin embargo, no es la decisiva subida que muchos inversores del Sabadell habrían esperado. Tras tener en cuenta la caída del 2% de las acciones del BBVA ayer, la oferta implica un valor para el banco objetivo que está más o menos en línea con el precio al que cotizaban sus acciones el viernes. Esto supone una valoración de aproximadamente 9 veces los beneficios por acción diluidos de 2027, según las previsiones recopiladas por Visible Alpha, en comparación con los múltiplos de 10 de CaixaBank y Bankinter.
Tampoco hay muchas pruebas de una prima real de fusión. Supongamos que, sin una oferta, las acciones del objetivo habrían seguido la subida media del 71% de CaixaBank y Bankinter desde abril de 2024, cuando comenzó la saga. Sobre esa base, que es conservadora, ya que el Sabadell ha experimentado mejoras más pronunciadas en sus beneficios, el valor razonable sería de aproximadamente 3 euros por acción. La oferta actual de Torres está aproximadamente una décima por encima de ese nivel, en comparación con las primas convencionales de fusiones y adquisiciones, que rondan el 30% o más.
Así pues, la pregunta para el BBVA ahora es: ¿quién vende? Los arbitrajistas de fusiones, o gestores de fondos de cobertura que se ganan la vida apostando por operaciones, son siempre actores clave motivados para cerrar acuerdos. Pero hasta ahora han estado infrarrepresentados en la base de inversores del Sabadell, declara uno de ellos a Breakingviews, porque la oferta estaba por debajo del precio de las acciones del objetivo. Tras el repunte de ayer, ese diferencial ahora es el adecuado desde la perspectiva de los arbitrajistas, pero con un 3% puede que no sea suficiente para atraer una avalancha de dinero dispuesto a aceptar las condiciones de Torres.
A los accionistas comunes de ambos bancos les importarán menos las condiciones específicas, lo que favorece al BBVA. Pero la gigantesca base de accionistas minoristas del Sabadell, que históricamente ha representado aproximadamente la mitad del total, podría suponer un obstáculo. Es difícil saber cuántos de ellos entregarán toda la documentación necesaria para una oferta que no es precisamente irresistible. En otras palabras, Torres está un poco más cerca, pero aún le queda mucho camino por recorrer.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
