Las claves: el déficit comercial, ese inquietante indicador que tanto preocupa a ciertos países
Importar más revela falta de autonomía
¿El déficit comercial es bueno, o es malo? Pues depende de cómo se mire. Aparentemente, tener que importar más de otros países revela falta de autonomía, dependencia, algo que a priori suena mal. Pero si el país más poderoso del mundo, Estados Unidos, lo tiene, quizá no sea tan malo. O sí, como insiste ahora su Gobierno, que quiere reducirlo. Otro país que lo tiene, y más que el año pasado, es España, con el mundo en general, y con EE UU en particular. Eso, se supone, debería apaciguar a la Casa Blanca, pero por unas cosas u otras, siempre acaba habiendo conflicto entre ambos países.
El caso es que las exportaciones de España a EE UU cayeron en el primer semestre, un indicativo más de que enviar productos allí se ha vuelto, cuanto menos, incierto. A cambio, España exporta más a otros territorios, y crecen especialmente a India y China, incluso Vietnam. Pero las importaciones siguen siendo más que las exportaciones: 222.264 millones frente a 197.151 millones. Por ahora, eso sí, no parece que España apueste por los aranceles, algo que tampoco podría hacer por su cuenta.
Para protestar contra los centros de datos... ¿qué tal hacer huelga de internet?
Proliferan, por lo que sea, los centros de datos por todo el mundo. Los ciudadanos que alimentan esas infraestructuras con sus conversaciones, sus fotos y sus comentarios en las redes sociales sufren luego los efectos de su existencia: exigen una gran cantidad de electricidad para refrigerarse, y también de agua. Marsella es una de las urbes más inquietas por la cuestión, pues no puede electrificar los buques del puerto, que hacen un ruido muy molesto para los vecinos, porque la red debe nutrir a los dichosos data centers. Una manera de protestar sería, um, dejar de usar internet durante un rato. ¿Quién se atreve?
Quizá los niños del futuro ya nazcan preparados para sortear los trucos de la IA
El productor de música Rick Beato dice que sus hijos pequeños son capaces de detectar, mucho mejor que él, si una canción está hecha con inteligencia artificial. Es posible que las nuevas tecnologías sean realmente desafiantes solo para las generaciones que las pillan ya a cierta edad, y que la evolución de la humanidad va en paralelo a lo que ella misma va descubriendo, y encontrará la manera de adaptarse a ello. Mientras, las plataformas de música intentan regular y gestionar la avalancha de contenidos hechos con IA, para advertir a los usuarios que no están tan capacitados para darse cuenta de la trampa tanto como los niños del siglo XXI. Y luego está el tema de usar canciones de otros para entrenar a las IA... pero eso ya es materia para abogados.
La frase del día
Agradezco a mi amigo, el presidente Putin, su llamada telefónica y que compartiera sus impresiones sobre su reciente reunión con el presidente Trump en Alaska. La India ha pedido constantemente una resolución pacífica del conflicto de UcraniaNarendra Modi, primer ministro indio
El límite entre la realidad y la imaginación está en el cerebro
¿Dónde está el límite entre el sueño y la vigilia, entre la imaginación y la realidad? La relación entre el cerebro y el movimiento del cuerpo es tan poderosa que, cuando la mente imagina un acto físico, se activan las partes del cerebro vinculadas a él, aunque el acto no se realice como tal. Este método de visualizar lo utilizan los deportistas de élite, pero sirve para todo el mundo, y para todo tipo de situaciones; también para las relaciones personales, aunque, como en el caso del deporte, no se pueda controlar cómo interactuará el rival o interlocutor, según corresponda.
Un paso más allá de esta técnica son los sueños lúcidos, en los que el durmiente es consciente de que sueña, y utiliza eso para aprender todo tipo de cosas.
