Cómo puede Reino Unido subir los impuestos sin que se note
Reeves podría subir la fiscalidad de las viviendas y de los planes de pensiones

Rachel Reeves, ministra de Economía británica, podría llenar el enorme agujero del erario presionando a los ricos, pero es un momento delicado para hacerlo.
Las alzas fiscales de octubre, principalmente a las cotizaciones a la seguridad social de las empresas, querían tapar un agujero de 22.000 millones de libras (26.000 millones de euros). Desde entonces, la economía ha empeorado. El crecimiento del 0,3% del PIB en el segundo trimestre hace aún más difícil alcanzar el objetivo de Reeves de equilibrar el gasto y los ingresos actuales para 2029/30.
Su promesa de no subir los impuestos a los “trabajadores” explica las actuales peticiones de gravar los activos superiores a 10 millones de libras. Pero intentos similares, como en Francia, sugieren que los impuestos sobre el patrimonio son complejos y vulnerables a la evasión. Si bien el impacto de la abolición de las ventajas fiscales para los “no residentes” es incierto y podría ser soportable, es poco probable que Reeves se arriesgue a enfadar más a una élite móvil.
Por contra, hay grandes reservas de activos inmobiliarios y de pensiones que no están gravados y son inmóviles. Los británicos se benefician de generosas ventajas para fomentar el ahorro para la jubilación; eso costó al Gobierno 52.000 millones en 2024. Reducir la proporción de la pensión que se puede retirar libre de impuestos liberaría unos 5.500 millones, según el Instituto de Estudios Fiscales.
Mientras, según Savills, hay unos 7 billones almacenados en viviendas, de los que dos tercios están en manos de dueños. La tasa impositiva cero sobre las ganancias de las casas en las que viven cuesta 30.000 millones al año, según el Gobierno. Gravarlas de forma más agresiva, como en EE UU, podría fomentar la inversión en áreas más productivas.
Reeves también podría profundizar en sucesiones. El sistema está plagado de exenciones: en promedio, las herencias solo pagan un 13%, en vez del 40% oficial. Una medida sería recortar una desgravación que permite transmitir hasta 350.000 libras de una vivienda sin pagar impuestos y cuesta al Estado 2.000 millones al año. El gran riesgo es que una medida así añada a los votantes de clase media acomodada a las filas de los detractores de Reeves. Pero le facilitaría políticamente recortar el gasto social. Especialmente si lo hace con cierta discreción.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

