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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las medidas de Trump contra los bancos fomentarán un comportamiento más arriesgado

El presidente acusa a JP Morgan y Bank of America de discriminarle a él y a otros conservadores

La ofensiva de la Casa Blanca contra los bancos de EE UU solo servirá para tachar otra casilla de su lista de deseos en materia de desregulación. Para poner fin a la discriminación percibida, aunque sin fundamento, contra sus seguidores, Donald Trump ha ordenado a las agencias que eliminen el “riesgo reputacional o conceptos equivalentes” de la ecuación de evaluación de los clientes. Eso reducirá el papeleo, pero dificultará la detección del fraude.

Trump ha acusado a JP Morgan y Bank of America de rechazar sus negocios después de que dejara el cargo en 2021, y afirma que otros conservadores han sufrido un destino similar. Su decreto dice que se han marcado transacciones con empresas como Cabela’s y pagos que usan términos como MAGA, pese a que no hay pruebas de conducta delictiva. También ordena al Tesoro que estudie respuestas legislativas o regulatorias. Los bancos niegan cualquier sesgo sistémico.

Aunque no existe un patrón claro de discriminación, los delitos relacionados con el dinero en la era de las criptos y la IA están subiendo. Los estadounidenses perdieron casi 13.000 millones de dólares por fraude financiero en 2024, un 25% más que en 2023, según la Comisión Federal de Comercio. Los esfuerzos por detectar el blanqueo de capitales y otras irregularidades también han crecido, y es una carga adicional para los bancos. El número de informes de transacciones sospechosas enviados a la Red de Control de Delitos Financieros por las entidades se ha doblado con creces desde 2017, hasta 2 millones. Los bancos de todo el mundo están en camino de gastar más de 50.000 millones en 2026 para prevenir el fraude, frente a los 28.000 millones de 2024, según Juniper Research.

Pese a que no les gustan las acusaciones de Trump, los CEO aceptarán toda política que reduzca su voluminoso reglamento. Hay buenas razones para replantearse la forma de evaluar los riesgos crediticios, pero también sería útil que se exigiera a los bancos que explicaran y documentaran sus decisiones de cerrar cuentas o rechazar a prestatarios.

Trump ya ha dado marcha atrás en la aplicación de la ley de todo tipo de delitos financieros. Allanar aún más el camino para que se produzcan es una amenaza mucho mayor que la fantasiosa idea de que los bancos rechacen buenos negocios por motivos ideológicos.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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