Ir al contenido
_
_
_
_
Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Nissan se aferra a múltiples salvavidas

Pese a los pésimos resultados, la firma ha encontrado algunos rayos de esperanza

Nissan sigue en una situación difícil, pero ahora respira. El miércoles informó de unas pérdidas operativas de 730 millones de dólares en el último trimestre, sin contar los gastos extraordinarios, mientras los ingresos cayeron un 10% con respecto al año anterior. Pese a los pésimos resultados, el jefe, Iván Espinosa, ha encontrado algunos rayos de esperanza.

Primero, puede demostrar avances en la reestructuración del grupo, que atraviesa graves dificultades. Las amplias medidas de recorte de gastos permitieron ahorrar unos 200 millones en el trimestre, lo que le ayudó a superar su estimación inicial de 1.300 millones de pérdidas operativas. Además, ese mismo día, la firma confirmó el cierre de una planta en México. Aparte de demostrar que Espinosa, oriundo del país, es capaz de tomar decisiones difíciles, esto le acerca al objetivo de cerrar siete plantas para reducir los gastos fijos.

También ha ganado tiempo para trabajar en el resto del plan bienal. En julio, Nissan recaudó alrededor de 5.800 millones, más de lo previsto inicialmente, en bonos denominados en dólares y euros y en bonos convertibles denominados en yenes. Es cierto que la empresa, con rating basura, tiene que pagar más en intereses que antes, pero los ingresos le permiten cubrir íntegramente la deuda que vence hasta finales de marzo.

Por último, los aranceles del 15% impuestos por Donald Trump a las importaciones de coches japoneses en EE UU no han sido tan graves como se temía. Aunque Espinosa no puede atribuirse el mérito, lo aprovechará. La firma ha revisado a la baja sus previsiones para todo el año en 870 millones, hasta 1.700 millones.

Nissan llegó a subir ayer un 3%. Aun así, han caído casi un tercio en lo que va de año, y Espinosa tiene mucho por hacer, como estabilizar las ventas de vehículos y los ingresos, que están cayendo rápidamente, para garantizar las economías de escala. EE UU, su mayor mercado, es crucial: la firma podría tener dificultades para responder si sus competidores, como Toyota y Kia, siguen absorbiendo los nuevos impuestos en lugar de subir precios. Hacer lo segundo supondría trasladar la carga, pero también dificultaría la retención de clientes, a menos que los competidores también subieran los precios. Espinosa aún tiene mucho que demostrar. Pero al menos tiene más margen.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_