Las claves: poder enfrentarse al Estado también es un signo de salud democrática
Justo ahora que sobrevuelan dudas sobre la efectiva separación de poderes en España, la victoria judicial de Duato no deja de ser un signo positivo
Pocos son los que se atreven a desafiar al Leviatán y más pocos aún los que consiguen vencerlo. Ese es el caso de la actriz Ana Duato, recientemente absuelta de varios delitos fiscales, o del entrenador del Real Madrid, Xabi Alonso. Ambos casos versaron sobre el uso de sociedades para facturar sus servicios –y así tributar menos–, sobre si estas tenían una actividad real y, sobre todo, si ellos sabían del ánimo evasor de sus acciones. Muchos de estos juicios, a despecho de la Justicia y una jurisprudencia sólida, acaban en un acuerdo con la Fiscalía, porque las infladas peticiones de prisión tienen un efecto disuasorio de lo más eficaz.
Así las cosas, independientemente de si tienen razón o no –asunto solo reservado para los órganos judiciales– es una buena noticia que los ciudadanos vayan a juicio y defiendan sus derechos frente al Estado. Justo ahora que sobrevuelan dudas sobre la efectiva separación de poderes en España, la victoria judicial de Duato no deja de ser un signo positivo de salud democrática. También lo es que los defraudadores y sus cómplices sean castigados.
Un concierto que no suena igual para todos
El Gobierno y la Generalitat formalizarán el lunes que viene una propuesta que pretende iniciar un nuevo marco económico autonómico y que enfrenta no pocos obstáculos. Los primeros son internos, tanto dentro de principal partido de Gobierno como entre sus socios. Estos últimos conforman otro de los escollos: el Ejecutivo puede haber sobrevivido a estas semanas, pero eso no significa que su capacidad de sacar adelante reformas haya mejorado un ápice. Y, por último, sobrevuela una gran pregunta: ¿se puede aplicar este sistema singular al resto de España? Hay conciertos que no suenan bien para todos.
La basura también puede ser un gran negocio
Los mercados tienen la ventaja de que no hay productos financieros bonitos o feos, o buenos y malos, solo hay rentables o no rentables (y arriesgados o no arriesgados). Por eso, los bonos high yield, deuda que promete grandes retornos a cambio de asumir un gran riesgo, se están empezando a quitar la etiqueta de “basura”, porque la gestión de residuos puede tener toda la mala fama que quiera, pero Tony Soprano tenía una mansión gracias a esta (y a otras lucrativas actividades). Aquí, lo que importa, hablando mal y pronto, es la pela. Ya sea de la basura, de los bonos, de las acciones de Nvidia o del Euromillones. Unos tienen más posibilidades de hacerle rico que otros. Y de arruinarse, también.
La frase
No funciona haber dado ayuda y luego marcharse y no dejar nada. Y lo que vemos que ocurre cuando la ayuda cae es que la gente vuelve a desplazarse... Así que [a Ucrania] en última instancia puede ser contraproducenteAmy Pope, responsable de la Organización Internacional para las Migraciones
La difícil tarea de separar el vino de la pedantería
Del vino dicen, con razón, que es un mundo que rezuma lamentablemente demasiada pedantería. Esto supone una barrera de entrada grande para muchos iniciados, que no se adentran en este mundo porque de vino “no saben”. Curiosamente –y por desgracia– es uno de los pocos conceptos sobre los que la gente afirma con rotundidad su ignorancia. Lo ideal sería que la sociedad aplicase esos estándares para tantos otros temas más peliagudos y se atreviese, con humildad, a descubrir este y otros mundos. Quizá sea pedir demasiado, pero, por lo pronto, algunos empresarios aspiran a que el sector deje de ser tan pedante y serio. Al fin y al cabo, uno no rechaza una cerveza “porque de eso no sabe”.
