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Las claves
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las claves: las dudas sobre los bonos de EE UU empiezan a mover fichas del dominó

Si Washington apostara por una pseudoquiebra, como apuntan algunos analistas, podría provocar un efecto de imitación

Fachada del Banco de Japón, en Tokio.
CINCO DÍAS

La deuda soberana de Japón alcanza un disparatado 240% sobre su PIB, muy por encima de cualquier otro país desarrollado, pero, a cambio, la mayor parte de ella está en manos de inversores nacionales, y los intereses que paga el Estado acaban regresando a él a través del impuesto sobre el patrimonio, por lo que no hay incentivo para un impago o para tolerar o favorecer una inflación que baje la deuda en términos reales. Pero no es inmune al contagio de la incertidumbre en torno a la deuda de Estados Unidos, y el Gobierno del país asiático ha optado por reducir la emisión prevista para hoy, a fin de evitar un fracaso.

Que la deuda refugio por excelencia, la de EE UU, pierda fiabilidad puede provocar un efecto dominó en los bonos de otros países con economías aparentemente fuertes, pero muy endeudados, como Francia. Si Washington apostara por una pseudoquiebra, como apuntan algunos analistas, podría provocar un efecto de imitación. Países que en la última década han sido acusados de poco seguros, como Italia o España, mirarán esta situación con ojos irónicos. Aunque tampoco puedan tenerlas todas consigo.

La importancia del rigor en las entidades financieras (y públicas)

El Banco de España, dirigido por el exministro socialista José Luis Escrivá y envuelto en estos días en varias polémicas, ha afeado a los bancos que hayan elevado la distribución de dividendos y recompras mientras no han reforzado los ratios de solvencia. Lo que viene a significar que es importante que, ahora que atraviesa tiempos de cierta bonanza, el sector bancario debe prestar atención a los colchones para cuando las vacan sean flacas (o, por lo menos, algo más delgadas). Es importante que las entidades financieras mantengan un cierto rigor y una cierta disciplina debida en su proceder. Y las instituciones, también.

La condonación de la deuda puede solucionar problemas de diversa índole

La condonación de la deuda autonómica fue una medida pactada, primero, para Cataluña –entre PSC y ERC–, pero que se acabó ampliando por aquello de que no es justo comprarle un chupachups a un hijo y dejar sin piruleta a los demás.Algunas comunidades, fundamentalmente las gobernadas por el PP, se quejan de que al Consejo de Política Fiscal el Gobierno llegó con un acuerdo ya empaquetado y listo para estrenar.

Dice el consejero de Hacienda de Galicia que la condonación “no va a solucionar los problemas de financiación” de las autonomías en España. Puede que tenga razón: el tiempo dirá. Pero sí puede solucionar otros, como aquellos relacionados con las mayorías del Ejecutivo en la Cámara Baja. O así lo espera este.

La frase

Queremos desarrollar nuestro sector empresarial, y eso requiere inversiones externas. [Preguntada por si mirarán a China] Queremos asociarnos con socios europeos y de EE UU. Si no aparecen, tendremos que buscar en otra parte
Naaja Nathanielsen, ministra de empresas y recursos minerales de Groenlandia

Lo de toda la vida ya es de otra vida

Dos amigos de toda la vida han montado un grupo gastronómico que se dedica, por un lado, a salvar locales emblemáticos y, por otro, a crear coctelerías vanguardistas. En los últimos años se ha producido una resignificación de lo cañí, de lo castizo, de lo de toda la vida, sobre todo en la hostelería. Esto suele conducir a encendidos debates, porque hay quien se resiste a que los sitios de siempre dejen de ser como siempre. Que prefieren que mueran fieles a sí mismos, vamos. Ocurre muy de vez en cuando que los más indignados con el cierre de la ferretería del barrio tienen una cuenta prémium de Amazon. Hace 20 años los bares de toda la vida eran solo de media vida, y tampoco existía el dolor de espalda, que diría Juan Carlos Ortega. La caña era, eso sí, un poco más barata.

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