La banca española gana en solvencia
La solvencia es una de las características definitorias del sector bancario español y una de sus grandes virtudes. Por esa razón resultó más llamativa la advertencia lanzada antes del verano por el Banco de España. En su Informe de Estabilidad Financiera advertía de que el coeficiente de solvencia -que expresa la capacidad de respuesta de las entidades para hacer frente a los riesgos asumidos- había registrado a finales de 2004 'su nivel más bajo (...) desde la introducción de la normativa comunitaria en 1993'. La principal razón, además del aumento del negocio en España, estaba en los efectos sobre las ratios del sector de la compra de Abbey por el Santander.
En el primer semestre de este año, sin embargo, las aguas han vuelto a su cauce. La solvencia de las cinco mayores entidades -Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y el Banco Popular- recuperó su tendencia al alza. Y ésta señala que las entidades mantienen coeficientes entre un 10% (las pequeñas) y un 25% (las grandes) superiores a la media europea. Los motivos principales de esta positiva evolución están en las nuevas normas internacionales de contabilidad, las medidas sobre requerimientos de capital de Basilea II y la nueva regulación del Banco de España sobre recursos propios. También en el crecimiento del beneficio neto y las menores provisiones por insolvencia y, en los casos de Santander y BBVA, por el impacto positivo de la revalorización de las monedas latinoamericanas frente al euro.
A esta vuelta a la mejora de la capacidad de afrontar el riesgo asumido por las entidades en sus balances no es ajena la atenta supervisión del Banco de España, con su acertada política de establecer criterios aún más exigentes que las instituciones internacionales. Por eso resulta más perentorio el decreto pendiente de Economía, que deberá clarificar la contabilidad de algunos aspectos clave no regulados por el Banco de España en su reciente circular sobre recursos propios.