Las claves: Novo Nordisk ya no es la favorita del mercado antiobesidad
Las acciones de la compañía danesa han perdido mucho terreno respecto a las de su rival estadounidense Eli Lilly


Las perspectivas para Novo Nordisk eran tan nefastas, que ayer subió en Bolsa pese a presentar unas previsiones rebajadas para el año. Las acciones de la compañía danesa han perdido mucho terreno respecto a las de su rival estadounidense Eli Lilly, y han vuelto a niveles de finales de 2022, mientras ambas compiten con las copias de sus medicamentos hechas por hospitales y farmacias, algo permitido por la ley cuando hay escasez de suministro de los fármacos oficiales.
Las dos compañías buscan la forma de captar nuevo público, cambiando las incómodas inyecciones por pastillas, por ejemplo, mientras crece la amenaza de que les surja competencia de empresas como Roche. Los Gobiernos no se han apuntado aún de forma entusiasta a financiar estas terapias para los ciudadanos, aunque hay experimentos, como en Reino Unido. Por ahora, las farmacéuticas no lo necesitan particularmente: Novo Nordisk prevé un aumento del 21% en las ventas durante 2025. Pero los inversores tienen ahora otra favorita, Eli Lilly.
La Bolsa no lo es todo, pero ayuda bastante
Al nuevo canciller alemán le sorprendió el lunes por la mañana una primera votación de investidura fallida, que acabó remediando por la tarde. Señal de lo que le espera en su mandato. Merz hereda una Alemania estancada, sumida en un declive industrial y agitada por la guerra comercial. Casi nada. Él, al menos, puede decir que tiene a la Bolsa en máximos. Es lo bueno que tienen los parqués, que le pueden salvar a uno el argumentario. Salvo que estén en rojo fosforito, como le ha pasado a Donald Trump, que entonces se puede argumentar que no representan la economía real. Todo a conveniencia del gobernante.
Las múltiples aristas de la opa de BBVA sobre Sabadell
Que la opa de BBVA sobre Sabadell trasciende lo puramente empresarial es obvio. Que sus aristas van más allá del efecto que pueda tener sobre la competencia, también. Tanto como que es una cuestión en gran parte política. Ayer, Salvador Illa argumentaba que estaba en contra de la operación “como la inmensa mayoría de los españoles”. Se ve que al dirigente ya le han llegado los resultados de la consulta pública abierta por el Ejecutivo. Esa que defendió el ministro de Economía en el Congreso, para zanjar: “Ahora le toca al Gobierno decidir”. Si, como se intuye de la propia encuesta, la preocupación es una excesiva concentración, vetar la operación sería como deslegitimar a Competencia, que ya dio el ok. Si es otra, quizá habría que dejar decidir al accionariado sobre su propiedad.
La frase
Pakistán tiene todo el derecho a responder a India con contundencia... y, de hecho, se está dando una respuesta contundente. Los ataques aéreos de India son un acto de guerraShehbaz Sharif, primer ministro de Pakistán
Algunos abuelos ganan más que los padres... y cuidan a los nietos
El Estado es más que generoso con las personas mayores, que reciben, en su gran mayoría, pensiones por encima de lo que cotizaron en su edad activa. A cambio, muchos comparten con sus familias buena parte de las retribuciones, y también realizan un trabajo ímprobo cuidando a sus nietos, mientras los progenitores hacen su labor remunerada.
Cabe cuestionarse, sin embargo, si el sistema funcionaría mejor si las rentas se repartieran de otro modo: quizá con pensiones más bajas, pero con sueldos más altos, que permitirían a los que tienen hijos trabajar menos horas y poder cuidarlos. Habría que preguntar a los abuelos, claro. Quizá prefieran seguir igual. Y los nietos, bueno. Pase lo que pase, cuando sean adolescentes reprocharán a sus ascendentes que no hicieron lo que debían.