Las claves: la inflación es la forma más sencilla de aplacar el endeudamiento feroz
Francia, España, Reino Unido y Estados Unidos conforman un club aparentemente prestigioso, pero que esconde una verdad incómoda, como diría Al Gore


Francia, España, Reino Unido y Estados Unidos conforman un club aparentemente prestigioso, pero que esconde una verdad incómoda –como diría Al Gore–. Los cuatro tienen una deuda que supera el 100% de su PIB. Pueden permitírselo, entre otras cosas, porque son países grandes y ricos, con capacidad de negociación, y, salvo en el caso de España, con ejércitos potentes (sobre todo el de EE UU), que siempre viene bien como elemento disuasorio, como bien saben en Ucrania y Palestina, por ejemplo. Hay más países en situación financiera complicada, como Italia.
Fomentar la inversión local, como empezó a hacer Estados Unidos y ya están haciendo otros (potenciando la industria de defensa propia, sin ir más lejos) es una forma de combatir el problema: es inflacionaria, pero potencia el empleo local y mantiene el capital dentro de las fronteras. La inflación permite que baje la deuda en términos reales, aunque castigue a los ahorradores. Estos harán bien en protegerse de una subida de los precios que ahora ha dado algo de tregua, pero que parece la solución más sencilla para el apalacamiento feroz.
Sabadell y BBVA se colocan en la parrilla de salida de la opa
Tras meses de preparativos, declaraciones cruzadas, publicidades, tiras y aflojas y mucho, mucho, papel, Banco Sabadell y BBVA se colocan en la parrilla de salida para dirimir quién gana en la opa lanzada por este último. Quien pulsará el botón verde será Competencia, cuya decisión ya está asumida por parte de Sabadell.
Con la carrera en marcha, le tocará a los accionistas decidir qué quieren hacer con su propiedad (y, de paso, con el ecosistema bancario español). Con todo, no es ni mucho menos descartable que, llegados a la photo finish, desde la FIA –el Gobierno– declaren la nulidad del Gran Premio.
Quizá no haga falta haber ‘estudiao’ para ganar en Bolsa
Nueve de cada 10 gestores de fondos de Bolsa, con sus MBA, sus pantallas dobles, triples y cuádruples repletas de gráficos, sus sesudos análisis y sus interminables hojas de cálculo consiguieron un rendimiento menor en los parqués el año pasado que el regular Joe –el José medio, en España– que le hizo cuatro aportaciones con unos ahorrillos sueltos a un fondo indexado.
Este hecho explica más que cualquier otro el fenómeno de la migración del dinero a la gestión pasiva, porque, puestos a perder contra el índice, pues casi mejor igualarlo y, de paso ahorrarse unos euros en comisiones. Esto, eso sí, vale para los periodos de vacas gordas bursátiles. Habrá que ver qué tal funciona la gestión pasiva en las flacas.
La frase
La nueva Casa Blanca tiene el claro objetivo de gestionar el Gobierno federal de manera más eficiente. Durante este proceso, muchas nuevas acciones de compra se han ralentizado, lo cual está afectando negativamente a nuestras ventas e ingresosJulie Sweet, CEO de Accenture
Hay que aprovecharlo todo, hasta los alimentos cuya belleza está en el interior
Pocas medidas hay –o al menos así debería ser– que congreguen tanto consenso como la ley contra el desperdicio alimentario, que obligará a bares y restaurantes a dar recipientes a quienes quieran llevarse las sobras (muchos ya lo hacen), y a los supermercados a tener estantes para los productos poco agradables a la vista, probablemente con descuentos (para los usuarios que saben buscar la belleza en el interior).
Además, tanto los hosteleros como los minoristas deberán buscar la forma de aprovechar la comida que no se use, aunque sea para compost o biocombustibles. Las madres recuerdan a sus hijos que hay países donde se pasa hambre: en tiempos en los que todo está interconectado, la logística debería permitir que la producción alimentaria se aproveche al máximo.