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Editorial
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El fisco concentra los esfuerzos en pillar a los peces más gordos

La Agencia Tributaria fomenta el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales mientras estrecha el cerco en los grandes defraudadores

Administración de la Agencia Tributaria en Guzmán El Bueno, en Madrid.
CINCO DÍAS

La Agencia Tributaria ha publicado esta semana el plan de control tributario para 2025. Se trata de la hoja de ruta de Hacienda con las actuaciones prioritarias de cada año para la prevención, detección y regularización de irregularidades tributarias. La novedad en esta edición es que pondrá el foco en aquellos contribuyentes que mantengan un elevado nivel de vida, pero apenas declaren rentas y aseguran que casi no tienen patrimonio.

No es fácil detectar a estos sujetos que montan empresas y complejos tinglados societarios para defraudar a Hacienda. Pero los inspectores de Hacienda han encontrado un aliado en esta sociedad hiperconectada y con inclinaciones exhibicionistas en las redes sociales. Recaban información de las plataformas digitales, buscan usuarios que presuman de vivir a todo trapo, con coches de alta cilindrada, viviendas de diseño en residenciales exclusivos o disfruten de viajes a lugares exóticos con más frecuencia de la que se podría permitir un currito. Cruzan esta información obtenida con la ingente base de datos de la Agencia Tributaria, una de las más desarrolladas tecnológicamente de todo el mundo. Eso les permite trazar perfiles de posibles defraudadores. Este trabajo no es nuevo para el fisco. Hace años que persigue los signos evidentes de riqueza, pero ahora quiere hacerlo con más tino. Se propone pescar a los que defrauden más, los casos en los que pueda encontrar más contingencias fiscales. No es mala decisión. La Agencia Tributaria no va sobrada de efectivos y busca ser más eficiente en la persecución del fraude. Aunque hay múltiples evidencias de que la economía sumergida, y el fraude fiscal han disminuido desde la pandemia, aún hay muchos ciudadanos que no tienen conciencia de la importancia de tributar.

La Agencia Tributaria lleva años trabajando para incentivar el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias. Ha hecho un formidable esfuerzo en facilitar la declaración a los contribuyentes con el borrador de la renta cada vez más afinado y simplificando el lenguaje tributario para hacerlo más comprensible para todos. Trata así de facilitar el pago de impuestos e incluso ha abierto un protocolo para la corrección de errores tributarios, que antes estaban excesivamente castigados.

Los responsables de Hacienda hacen bien en mantener este rumbo iniciado hace ya unos años para cambiar esa sensación de que no existe presunción de inocencia que tienen muchos ciudadanos cada vez que se relacionan con la Agencia.


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