El insostenible peso del sector público en España
Los ingresos de una tercera parte de la población dependen potencialmente del Estado

En 2024 el producto interior bruto (PIB) español creció un 3,2%, logrando una expansión interanual en el cuarto trimestre del 3,5%. Se consiguió reducir el déficit público al 3%. La inflación interanual, sin embargo, repuntó en enero hasta el 2,9%, por encima del 2,4% de noviembre y casi el doble del 1,5% de septiembre. Según la EPA, en 2024 la ocupación aumentó en 468.100 hasta 21.857.900 personas. En el cuarto trimestre de 2024, respecto al mismo periodo en 2023, el número de personas trabajando ascendió un 2,19%, el de parados (2.595.500) disminuyó un 9,28% y la tasa de desempleo retrocedió hasta el 10,6%.
En enero 38.725 personas engrosaron las listas del paro y la afiliación a la Seguridad Social perdió 242.148. Fue la peor destrucción de empleo en enero desde el año 2000. Los sectores más afectados fueron la hostelería y el comercio, que perdieron en cada caso 48.000 afiliados.
España protagonizó la bajada más fuerte de desempleo en la OCDE en 2024, del 11,7% al 10,6%. Pero el promedio de paro de la eurozona en 2024 fue 6,3%, en la UE 5,9% y en la OCDE 4,9%. Detrás de las magnitudes relativamente buenas en España se esconden preocupantes tendencias. La tasa de participación laboral prosiguió su lento descenso en la segunda mitad de 2024, situándose en 58,4%. La de la población entre 16 y 24 años fue sólo 40%. El promedio de participación laboral de los 33 estados de la OCDE fue del 74% y de la UE 75,4%.
Las personas empleadas en agricultura son un 3,6%, industria 19,8% y servicios 76,4%. El número de funcionarios en nuestro país se ha acrecentado un 12% desde 2023 hasta 3,6 millones.
En 2024 batimos un récord histórico con 94 millones de visitantes, una subida del 10%. Gastaron 126.000 millones de euros, 16% más que en 2023. En el último trimestre de 2024 los asalariados del sector turístico fueron 2.936.697, un fuerte tirón del 9,7% respecto al mismo periodo en 2023. Constituyen un 13,4% del empleo total. La combinación de excelente clima e infraestructura hotelera avanzada aseguran que España se mantenga entre las primeras potencias mundiales. Pero el menor crecimiento económico internacional, debilidad de nuestros principales mercados emisores y agotamiento del fenómeno del turismo de venganza postcovid impedirán exceder las actuales cifras.
El bum turístico en España contribuye a un ascenso de precios, especialmente de la vivienda, hostelería, transporte, restaurantes y bares. En 2024, los precios de las estancias en hoteles se acrecentaron un 13%, transporte aéreo 7% y actividades recreativas 12%. El año pasado había 400.000 viviendas de uso turístico, un 16% más que en 2023. El turismo ha provocado que los alquileres en Barcelona se encarezcan un 70% desde 2014. En las zonas más turísticas de Sevilla y Málaga los alquileres se incrementaron un 33% y 31%, respectivamente. La subida de alquileres entre 2023 y 2024 fue de 18% en Madrid y 11,2% en Valencia. Entre enero y septiembre de 2024, los extranjeros adquirieron 125.857 propiedades en España, el 18,4% del total, después de comprar 87.000 en 2023, un 15% del total.
El alza de precios causada por el turismo y la residencia de extranjeros de alto poder adquisitivo dificulta el acceso a la vivienda. Según Fotocasa, el porcentaje de españoles que posee su vivienda se ha reducido del 67% en 2018 al 61% en 2024. El alquiler medio para un apartamento con un dormitorio oscila entre 600 y 1.050. Los alquileres en promedio cuestan 13,5 euros por metro cuadrado y mes. El ranking lo encabezaron Madrid con un incremento de alquileres del 16,4%, Cataluña con 12,4% y Comunidad Valenciana 12,1%. Málaga ha prohibido nuevos alquileres a corto plazo en 43 barrios dónde más del 8% de las viviendas se destinan al turismo. Barcelona aprobó eliminar todas las licencias de apartamentos turísticos en el horizonte de 2028. En 2024 España atesoraba 428.304 listados activos de Airbnb frente a los 350.000 de 2023.
El salario mínimo interprofesional es de 1.134 mensuales y el salario medio después de impuestos 1.700 euros. En 2023 el salario medio en España fue de 27.276 euros. La correspondiente cifra para Italia es 33.492, Francia 42.800, Alemania 60.867 y el promedio de la UE 37.900. Según el INE, en enero de 2024 había 2.908.649 españoles residiendo en el extranjero, 4,2% más que el año anterior. En 2023 la pensión mínima en nuestro país se situaba en 962 euros y la pensión media en 1.374 euros. El informe FOESSA para Caritas concluyó que 4,3 millones padecen pobreza severa.
Los extranjeros residentes en España son 6,5 millones, un 13,4% del total de nuestra población de 48,6 millones. La cifra se eleva a 8,8 millones si sumamos a los que han adquirido la ciudadanía española (18.8%). En 2024 entraron ilegalmente en nuestro país 63.970 inmigrantes. La reforma de la Ley de Extranjería prevé tramitar la residencia de 900.000 personas en el próximo trienio.
Más españoles no abandonan nuestro país debido a las considerables ayudas otorgadas por el Estado, las Comunidades Autónomas y los municipios. Tienen derecho a ellas los que tienen personas mayores o hijos menores de edad a cargo y no superan determinados umbrales de ingresos. El ingreso mínimo vital (IMV) se otorga a personas y unidades de convivencia. Para 2025, la renta garantizada para un beneficiario individual es de 7.905 euros y aumenta en un 30% para cada miembro adicional. Los trabajadores con salarios mensuales menores de 1.350 podrán también cobrar la prestación por desempleo.
Demasiados españoles cualificados han emigrado debido al alto coste de la vivienda y salarios inferiores al promedio de la UE. Un abultado número de turistas y residentes extranjeros de renta alta hinchan el sector turístico, de hostelería y otros intensivos en mano de obra de baja cualificación. De nuestra población total de 48,6 millones, 9,5 millones reciben una pensión, 3,6 millones son funcionarios y 2.595.500 son parados. La suma total de jubilados, funcionarios, desempleados y residentes sin documentación supera 16 millones. Esto significa que una tercera parte de nuestra población depende potencialmente de las administraciones públicas para sus ingresos.
Alexandre Muns es profesor en EAE Business School.