DeepSeek acelera la guerra entre Estados Unidos y China por la IA
Sorprende que una desconocida startup esté en el epicentro de esa lucha por la supremacía mundial
Debemos confiar en que China ganará la guerra de la inteligencia artificial (IA) con EE UU”, escribió Zhou Hongyi en la red social china Weibo, el 27 de enero de 2025. Hongy es un billonario chino, fundador de la compañía de ciberseguridad Qihoo 360. El mismo día y en la misma línea, Kai-Fu Lee publicó un post en X: “En mi libro AI Superpowers predije que Estados Unidos lideraría los avances, pero que China sería mejor y más rápida en ingeniería. Mucha gente lo simplificó diciendo que ‘China vencerá a Estados Unidos’. Y muchos afirmaron que me equivoqué con GenAI. Con los recientes lanzamientos de Deepseek, me siento reivindicado”. Kai-Fu Lee, autoridad mundial en IA, trabajó para Google, Apple y Microsoft. Sus libros (AI 2041 y AI Superpowers) son best sellers millonarios. Vive en Beijing…
El terremoto bursátil provocado por la startup de IA china, DeepSeek, el 27 de enero, hizo temblar los cimientos de la confianza en la apuesta de Occidente en la Inteligencia Artificial. Y despertó el nacionalismo chino entre billonarios -como Kai-Fu Lee y Zhou Hongyi- y millones de chinos que escribieron en redes sociales, alabando DeepSeek y su fundador, Liang Wenfeng.
Curiosamente, DeepSeek cerró su única oficina, en Hangzhou, el 28 de enero de 2025, para iniciar vacaciones por el comienzo del Nuevo Año Lunar chino, publica el periódico chino South China Morning Post. Liang Wenfeng se fue de vacaciones, eso sí, tras hacer caer -3% al Nasdaq, (un billón de dólares). Nvidia se dejó 592.000 millones dólares, cayendo -17% en Bolsa. Según el Wall Street Journal, fueron Nvidia insiders quienes vendieron sus acciones. La plataforma de inversión Market Watch publicó: “Nvidia lanzó un comunicado de prensa alabando a DeepSeek. No hizo nada para parar la sangría de pérdida de valor”. Nvidia no estuvo sola: Alphabet (Google) y Microsoft perdieron -3% de su valor; Oracle, -14%. Super Micro Computer, -13%. Broadcom, -17%, etc. Las firmas big tech que invierten billones en inteligencia artificial; las firmas tecnológicas que proveen la infraestructura y computación necesarias para entrenar la inteligencia artificial, se hundieron en Bolsa el lunes, consecuencia de la existencia de una startup china desconocida, hasta el 20 de enero, y que, tras causar un terremoto a Occidente, echó el cierre por vacaciones…
Mucho se ha escrito estos días sobre DeepSeek y su fundador, Liang Wenfeng. Destacamos solo que Liang Wenfeng –según la agencia de noticias china Xinhua– asistió a una reunión a puerta cerrada, el 20 de enero, en Beijing, con el primer ministro chino, Li Qiang, quien le preguntó “sobre el papel de DeepSeek en el deseo de Beijing de ganar la guerra de la IA a Washington”, según traduce Reuters.
China está en el mismo modo guerra que EE UU. Sorprende que una desconocida startup de IA esté en el epicentro de esa guerra por la supremacía mundial. Más aún, que haya provocado dudas en la estrategia y modelo de negocio de las firmas tecnológicas estadounidenses, en su carrera por liderar la inteligencia artificial.
Hay cuestiones de fondo detrás de la debacle bursátil tecnológica del lunes. Una, geopolítica: la guerra fría tecnológica entre EE UU y China. Otra, empresarial y financiera: los inversores institucionales occidentales están muy ansiosos por obtener rendimiento de sus billonarias inversiones en IA en las firmas big tech. Trump anunció el proyecto Stargate solo un día después de tomar posesión: Oracle, OpenAI y Softbank comprometieron 500.000 millones de dólares en infraestructura para IA, es decir, centros de datos. Microsoft, Nvidia y ARM también participan del proyecto. Meta ha comprometido 65.000 millones de dólares en la fabricación de centros de datos para IA en 2025: “Uno, del tamaño de Manhattan”, dijo Mark Zuckerberg en el anuncio de la inversión.
Según Goldman Sachs, las grandes tecnológicas estadounidenses han comprometido un billón de dólares en inversión en IA, en 2025. Inversión que no ponen las empresas, sino sus accionistas. Los mismos inversores que, en agosto de 2024, manifestaron su impaciencia por obtener réditos a su inversión en IA y provocaron dos fuertes caídas bursátiles, esfumándose un billón de dólares de capitalización bursátil de las firmas big tech. De ello dimos cuenta en estas páginas, el pasado verano.
Si DeepSeek fuese tres veces más eficiente que sus competidores estadounidenses (OpenAI, Cohere, Anthropic), a un coste 95% menor, la estrategia de inteligencia artificial de Occidente estaría en entredicho. También, las estratosféricas valoraciones bursátiles de las grandes tecnológicas. 5,6 millones de dólares costó entrenar DeepSeek-R1, el competidor de ChatGPT (OpenAI). Si así fuera, las millonarias inversiones en IA de las big tech no tendrían sentido. Pero no hay forma de comprobar que lo dicho por DeepSeek sea cierto.
Durante la Guerra Fría, los norteamericanos pensaban que la Unión Soviética (URSS) adelantaba a Occidente en la carrera nuclear. Esta equivocada creencia llevó a Estados Unidos a pisar el acelerador económico, tecnológico y militar: el miedo a un enemigo más poderoso estimuló la paranoia estadounidense. La URSS no pudo seguir el ritmo, porque era un gigante con pies de barro. Su presunta fortaleza era mera propaganda. El 25 de diciembre de 1991, la URSS dejó de existir.
Trump aplicó la misma lógica de la Guerra Fría: “DeepSeek es una wake-up call [una llamada despertador] para América. A partir de ahora, nuestras empresas tecnológicas serán mucho más eficientes”. Objetivo conseguido: los inversores pondrán más presión a los gestores de firmas TIC, para conseguir ROI (retorno sobre inversión); y el Gobierno estadounidense tendrá su excusa para acelerar la carrera tecnológica contra China.
Jorge Díaz-Cardiel es socio director de Advice Strategic y autor de Trump, año uno, Hillary vs. Trump y Trump, año de trueno y complacencia.