Jeff Yass, el jugador de póker que salvó a TikTok de ser prohibido
Cofundó Susquehanna International, que posee el 15% de ByteDance, matriz de la red social, y es uno de los mayores interesados en que esta continúe operando en Estados Unidos
Decir “la persona más rica de Pensilvania” puede sonar un poco como decir “el propietario del mayor rocódromo de Toledo”: impresiona menos de lo que en realidad significa. Ese título lo ostenta ahora el inversor Jeff Yass (Nueva York, 67 años), quien además ocupa el puesto 29 entre las grandes fortunas mundiales, con casi 50.000 millones de dólares. ¿Quién sabe si algún día alcanzará el primer puesto? Lo que está claro es que ningún otro estadounidense tiene menos ganas de ver prohibido TikTok.
Yass cofundó Susquehanna International Group (SIG), una de las firmas de trading más grandes del mundo, que posee el 15 % de ByteDance, matriz de TikTok (a él le corresponde un 7%). Esa participación, valorada en unos 40.000 millones, lo ha llevado a desembolsar millones para apoyar a candidatos republicanos, convirtiéndolo en el mayor donante del último ciclo electoral, sobre todo desde que el futuro de la red social china se ha politizado.
Según NBC News, Yass, un declarado libertario, fue el principal impulsor del cambio de postura de Donald Trump hacia la plataforma, ya que en su primer mandato la modificó tras una reunión con él. Se le considera, por tanto, uno de los artífices de la decisión del reelegido presidente de conceder, nada más volver a la Casa Blanca, una prórroga de 75 días a TikTok –después de 13 horas de bloqueo– para buscar un comprador para su filial de EE UU.
Entre los candidatos a adquirir la empresa figuran Elon Musk y Larry Ellison (cofundador de Oracle), ambos con el visto bueno público de Trump. La startup Perplexity AI ofreció fusionarse con TikTok para gestionar sus operaciones en EE UU. Frank McCourt, expropietario de los Dodgers de Los Ángeles de béisbol, presentó una oferta de 20.000 millones a través de su iniciativa Project Liberty. Y, por sorprendente que parezca, el youtuber MrBeast también ha mostrado interés. Como nada puede descartarse, quizá el elegido termine siendo el propio Yass.
Una de las pocas cualidades que no resultan antipáticas en este personaje, casado y con cuatro hijos, es su autenticidad: no intenta fingir simpatía. Es el tipo de persona discreta que habla poco y que, mientras, te despluma jugando al póker. A veces concede entrevistas y deja caer frases como que no hay tanta diferencia “entre un billonario y alguien que gana 100.000 euros al año”.
Jeffrey Steven Yass creció en Queens, Nueva York, en una familia judía de clase media. Sus padres, Gerald y Sybil, trabajaban como contables. Tras educarse en escuelas públicas, se licenció en Matemáticas y Economía en la Universidad de Binghamton, donde descubrió su pasión por los mercados financieros y el juego profesional, sobre todo póker y apuestas de carreras de caballos.
Tras licenciarse, comenzó un posgrado en Economía en la Universidad de Nueva York, pero no lo terminó: prefirió instalarse en Las Vegas para dedicarse de lleno al juego. A principios de los 80, descubrió las opciones financieras: contratos que permiten comprar o vender un activo a un precio preestablecido en el futuro. Aunque complejos y arriesgados, resultaban muy provechosos para quien dominaba probabilidades y análisis matemático.
Con sus primeras ganancias como trader independiente en la Bolsa de Filadelfia, Yass convenció a unos amigos para fundar SIG en 1987. “Les llamé y les dije que este juego era increíble, que vinieran a Filadelfia”, contó en un vídeo de la propia compañía. Su estrategia consistía en aplicar la teoría de probabilidades y la gestión de riesgos –aprendidas en el póker– a los mercados de derivados.
SIG irrumpió en un momento ideal: en los 80, las opciones se popularizaban gracias a nuevos tipos de contratos, y la firma no tardó en hacerse notar. Solo unos meses después de nacer, ganó decenas de millones apostando a la caída del mercado antes del Lunes Negro de 1987.
Desde entonces, se ha expandido de manera exponencial. Hoy opera en casi todas las clases de activos imaginables –acciones, bonos, materias primas, criptos–, y su exposición diaria supera los 500.000 millones.
Una de las áreas más curiosas del crecimiento de SIG es su incursión en las apuestas deportivas. Al igual que las opciones, requieren calcular probabilidades en tiempo real y manejar grandes volúmenes de datos. SIG ya opera en mercados como la británica Betfair, y está preparando el terreno para trabajar en EE UU, donde las regulaciones están comenzando a relajarse.
Pese a contar con más de 3.000 empleados en el mundo, SIG conserva cierto aire de club privado. La mayoría de sus traders son reclutados nada más salir de la universidad, y pasan por una formación intensiva en teoría de juegos y análisis de mercado. La rotación de personal es baja, en parte porque la firma tiene un ritmo menos feroz que el de otros gigantes de Wall Street.
La firma hizo su primera inversión de 80.000 dólares en ByteDance hace más de una década, cuando esta apenas era un boceto en una servilleta. Meses después, aportó 2 millones más, convirtiéndose en el primer gran mecenas de su fundador, Zhang Yiming. Esta inversión ha resultado enormemente rentable tanto para SIG como para Yass a nivel personal, y una prohibición definitiva de TikTok en EE UU sería una pesadilla.
Cheques escolares
Jeff Yass es un defensor de la libertad de elección escolar a través de un sistema de cheques que permite usar fondos públicos para ayudar a las familias a cubrir el coste de las escuelas privadas. Tanto él como su esposa han invertido millones en organizaciones sin ánimo de lucro e iniciativas diseñadas para ampliar las alternativas a la escuela pública.