Las claves del día: la importancia de cambiar pepinos por cohetes
No es cuestión de rechazar los huevos que da la gallina, pero el país necesita que estos sean realmente de oro, y para ello hay que aumentar la productividad
Si la economía española va “como un cohete”, que decía el presidente del Gobierno, el empleo va “como un pepino” (que decía la presentadora en aquel famoso vídeo del informativo 24 horas de TVE). España creó medio millón de puestos de trabajo en 2024 y cerró el año con la cifra de paro más baja en 17 años. Buenas noticias, en principio, pero que merecen un análisis más profundo: los servicios fueron responsables de cuatro de cada cinco nuevos empleos. Y, un poco más de cerca: Canarias y Baleares concentran las mayores subidas. Así, el salto está dominado por un sector, el de los servicios (el turismo, en buena parte) de escaso valor añadido.
No es cuestión de rechazar los huevos que da la gallina, pero el país necesita que estos sean realmente de oro, y para ello hay que aumentar la productividad de la economía española. Para que sirvamos menos pepinos y que lo del cohete sea una figura cada vez menos retórica. Ya advirtió el presidente del BCE, Mario Draghi, que esta es una cuestión “existencial”. Y, aunque odiosas, las comparaciones son necesarias: España sigue siendo el país de la Unión con más paro. Queda mucho por hacer.
El derecho a ver el sol...y a los trenes pasar
En la película francesa La casa junto al mar, varios hermanos vuelven a su pueblo natal tras la muerte de su padre. Uno de ellos se indigna por el aspecto de las casas del pueblo, por lo que otro le pregunta por qué le molesta lo que la gente haga con su propiedad, y este le responde: “Son sus fachadas, pero las vemos nosotros”.
En el pueblo gallego de Laraño, los vecinos están indignados por los paneles gigantes de la vía del tren, que les molestan las vistas. Uno de ellos defiende que “el sol es un derecho”, mientras que otra, que sufre esclerosis, afirma que si le quitan ver los trenes “la matan”. Es su valla, sí, pero afecta a otras vidas.
Una “casi mala persona” en el Gobierno de España
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, criticó ayer que el Ministerio de Economía estuviese obstaculizando la aprobación de la reducción de jornada, una actitud del titular de la cartera, Carlos Cuerpo, que calificó era de “casi una mala persona”. Menos mal que solo casi. Las reuniones del Consejo de Ministros tienen que estar siendo de lo más divertidas.
Si bien las divergencias entre ministerios son comunes, sobre todo en aquellos que rondan la cuestión económica, este tipo de declaraciones se han hecho demasiado comunes en los sucesivos Gobiernos de coalición de Pedro Sánchez. Si pactos entre Ejecutivo y oposición son ahora mismo mucho pedir, la ciudadanía merece, por lo menos, que los miembros de su Gobierno no se tiren los trastos a la cabeza.
La frase del día
Al poner en peligro el futuro del protectorado que ha apoyado durante tres décadas para desestabilizar Moldavia, Rusia está poniendo de manifiesto el resultado inevitable para todos sus aliados: la traición y el aislamientoDorin Recean, primer ministro de Moldavia
Un atributo en verdadero peligro de extinción
La inmediatez que caracteriza a la sociedad actual, junto al bombardeo masivo e ininterrumpido de estímulos (a través, principalmente, de ese pequeño aparato calificado de inteligente que casi todos llevamos en el bolsillo y que sirve, en principio, para realizar llamadas) ha provocado una nueva pandemia: la de la falta crónica de atención. Los vídeos tienen que ser cada vez más cortos, los textos tener cada vez menos caractéres (ya no palabras, que es un concepto demasiado largo) y así un largo etcétera. En estas circunstancias, y ante la ola de la inteligencia artificial, no sería de extrañar que uno de los principales atributos que se busque en un trabajador en los próximos años es que sea capaz de concentrarse más de dos minutos en algo. Pongan a sus hijos a leer. (Libros).