Las claves del día: el Gobierno echa el resto (con la pólvora del rey) para mantener Muface
Dizque defensores de lo público aprobando un aumento notable del gasto en un servicio privado para trabajadores del Estado
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es muy partidaria de la participación del sector privado en la sanidad pública; es lógico, pues, que defienda mutualidades para los funcionarios como Muface. Más llamativo es que el Gobierno del PSOE y Sumar, que dice apoyar lo público, eche el resto (con la pólvora del rey, y con el rechazo aparente del grupo de Yolanda Díaz) para mantener este convenio. Ayer aprobó una licitación con un 33,5% más de presupuesto, para que compañías como Adeslas, Asisa y DKV acepten seguir.
Dizque defensores de lo público aprobando un aumento notable del gasto en un servicio privado para trabajadores del Estado. Es difícil encajar más paradojas en una sola frase. El convenio abarcará los tres próximos años, hasta 2027, fecha en la que están previstos los próximos comicios generales. Un problema electoral menos para el Ejecutivo; sobre el incremento del gasto que supondrá para las arcas públicas ya mostrará su profunda preocupación la Comisión Europea, y ya se ocupará quien sea entonces inquilino del Palacio de La Moncloa.
La morosidad suele producirse de arriba abajo, y no al revés
La morosidad suele seguir la ley del embudo: es más probable que tarden más en pagar las empresas grandes (o el Estado), que las pequeñas, por la razón que sea. Y no suele ocurrir que el pez gordo se apiade del chico y le pague mucho antes del plazo legal, 60 días.
La sentencia que condena a la hotelera Room Mate por pagar a 120 días a un proveedor durante siete años, tras acordar incluso pagarle a 150 días durante el primer año, es un importante precedente para evitar este tipo de prácticas, que además de ilegales contribuyen a reducir la competencia empresarial.
Microstrategy crece sobre la ola supuestamente antisistema del bitcoin
Probablemente las dos identidades más buscadas sean las de Banksy, el artista callejero capaz de pintar en plenos escenarios de guerra, y el creador del bitcoin. Ambos misterios parecen dignos de una películas de espías. Algo de misterio tiene también la apuesta de MicroStrategy, otrora empresa de software, por la cripto por antonomasia. Ello la ha llevado, irónicamente, a entrar en el índice Nasdaq100. Su plan puede salirle aún mejor si se confirma la reserva estratégica de bitcoin que estudia Trump. En la práctica, sería pagar con dinero público por unos activos cuya utilidad sigue siendo algo fantasmagórica. Sería también un irónico giro de guion para un activo que nació, supuestamente, con fines antisistema. Como Banksy, cuya obra ha acabado en las grandes casas de subastas.
La frase
La interrupción del suministro de gas [ruso] a través de Ucrania [el 31 de diciembre] provocará un aumento de los precios. Además, si llega un invierno frío, puede provocar escasez de gas y problemas de suministro en toda EuropaVojtech Ferencz, presidente y ceo de la energética eslovaca spp
Mal de muchos, ‘consuelo’ de los que consumen demasiado pesimismo
Una cuenta de las redes sociales (X, por ejemplo) llamada Pessimistics Archive hace inventario de todo lo que, a lo largo de la historia, ha provocado alarma entre la población. Lo han hecho cosas tan variadas como el ajedrez, las minifaldas o los libros (ahí está Don Quijote, desquiciado por leer demasiado). Los ubicuos smartphones no podrían ser menos, y es verdad que conllevan muchos peligros, pero también pueden tener grandes beneficios si se usan de forma adecuada; el problema es saber cómo. Un estudio señala ahora que las personas con problemas de salud mental navegan más por contenidos negativos, con el fin de encontrar consuelo en el mal de muchos. Tampoco se trata de obviar la realidad; como señalan los expertos, hay que buscar un equilibrio en la dieta de pesimismo.