Nissan y Honda conducirían mejor juntas
Sus problemas de beneficios y las matemáticas de una fusión sugieren que es un camino que merece la pena explorar
Es hora de que los dos mayores rivales nacionales de Toyota afronten sus problemas uniendo sus fuerzas. Los problemas de Nissan son más evidentes: los malos resultados han llevado al fabricante, valorado en 8.500 millones de euros, a una revisión de emergencia este mes. Pero la unidad de automóviles de Honda, valorada en 38.000 millones de euros, tampoco está a la altura.
Nissan está buscando un inversor de referencia, ya que Renault, su socio desde hace años, venderá su participación en ella, informó el Financial Times el martes, citando fuentes cercanas, que señalaron también que la firma parece dispuesta a tener a Honda como accionista a largo plazo. La pareja está discutiendo a su vez una asociación para los vehículos eléctricos y autónomos.
Unir ambas empresas permitiría recortar costes, aumentar los beneficios e invertir de forma más eficiente y eficaz en coches eléctricos y otras tecnologías. El plan de recuperación de Makoto Uchida, consejero delegado de Nissan, implica recortar 9.000 puestos de trabajo y el 20% de la capacidad de fabricación. También ha reducido sus perspectivas de beneficios operativos anuales en un 70%. Con ello, es probable que el margen operativo de la división de automoción se sitúe en el 0,4% en el ejercicio fiscal que acaba en marzo de 2026, según las previsiones recogidas por Visible Alpha.
El margen operativo de Honda en su negocio de fabricación de automóviles es de solo el 3,6% –muy por debajo del 18% de su división de motocicletas– y es posible que solo mejore en torno a un punto porcentual en los 12 meses hasta marzo de 2026, estiman los analistas.
Juntas, Nissan y Honda venderían casi 6 millones de vehículos ese año, según Visible Alpha. Dado que ambas comparten mercados clave, podrían reducir el gasto en todos los ámbitos, desde la administración y las compras hasta las fábricas y la investigación.
Igualar el margen operativo de Toyota (10%) probablemente sea difícil, ya que exigiría recortar costes por valor de unos 12.000 millones de dólares, el equivalente al 7,5% de los ingresos de las empresas combinadas. Conseguir un margen del 7% –un poco más de la mitad entre el 3% que teóricamente lograría la entidad combinada sin recortes y el 10% de su rival– podría ser factible. Para ello habría que recortar gastos equivalentes a aproximadamente el 4% de los ingresos. Es más del 2,7% que Peugeot y Fiat Chrysler se propusieron cuando acordaron por primera vez en 2019 unirse y convertirse en Stellantis. Pero está en línea con la tasa de ahorro implícita en los objetivos que Renault, Nissan y Mitsubishi fijaron para su alianza en 2017. Nissan y Honda podrían reducir aún más sus costes uniendo sus unidades de financiación de automóviles.
La fusión de ambas empresas no es una idea nueva: el Gobierno japonés las presionó para que contemplaran la posibilidad de fusionarse en 2019, según el Financial Times. El expresidente de Nissan Carlos Ghosn ya ha calificado la posible cooperación en materia de vehículos eléctricos y software de “adquisición encubierta” por parte de Honda. Las empresas no han manifestado tales intenciones. Pero los problemas de beneficios y las matemáticas de la fusión sugieren que es un camino que merece la pena explorar.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías