Las claves: el moderadamente incierto resultado de las elecciones de EE UU
El mercado, para bien o para mal, ya sabe lo que es una presidencia de Trump
Las elecciones de Estados Unidos han tenido dos acontecimientos clave: un cambio de candidato a mitad de camino y un intento de asesinato que casi consiguió su objetivo. Comparados con estos dos sucesos, los dimes y diretes de Kamala Harris y Donald Trump parecen anecdóticos. Según les ha ido yendo en los sondeos, ambos han subido las apuestas por la benevolencia presupuestaria con escasa base de financiación, aunque del dicho al hecho hay un largo trecho, y, una vez instalado en la Casa Blanca, el ganador deberá ser mínimamente realista y atender a una deuda y un déficit disparados. No se prevé una gran diferencia en cuanto a su política comercial respecto a otros países, aunque la demócrata asumiría un papel más diplomático que el republicano.
La subida en Bolsa de Trump Media, la empresa que gestiona Truth, la red social de Trump, parece un augurio de su victoria. Pero como bien sabe él mismo de sus experiencias anteriores, el desenlace es casi una moneda al aire. Y el mercado, para bien o para mal, ya sabe lo que es una presidencia suya. Así que la incertidumbre en torno al resultado es solo moderada.
La inflación se acumula con el tiempo, si los salarios no se ponen a su altura
El problema de la inflación es que, aunque sea más despacio, se acumula con el tiempo. De ahí que a los ciudadanos no les baste, como a los bancos centrales, con volver al mágico 2% de objetivo de alza de precios que equivale a estabilidad: lo que necesitan es que los precios bajen, o que sus salarios se pongan a la altura. La mitad de los barrios españoles perdió poder adquisitivo entre 2019 y 2022, según el INE, porque las subidas de los sueldos no fueron suficientes. Se salvan, seguramente, los barrios más envejecidos, gracias a que las pensiones sí mantuvieron el ritmo del IPC.
Banco Santander y la doble obstinación del ‘pero’
Los tipos de interés ya marchan a la baja, a despecho, supuestamente, de los bancos, y para alegría de las empresas más endeudadas y de los hipotecados a tipo variable. Pero, de momento, no se refleja en las cuentas de algunas entidades: Banco Santander ganó 9.309 millones hasta septiembre, un nuevo récord, y un alza del 14%.
Esta aparente contradicción entre el precio del dinero a la baja y unos resultados récord de quienes viven de ese precio tiene, sin embargo, otro pero, servido por el agente económico más puntilloso: el mercado. A pesar de unas ganancias nunca vistas, los inversores no han visto con buenos ojos el retraso en la publicación de los resultados de su filial en Reino Unido. “Es el mercado, amigo”, que decía un exministro de Economía.
La frase del día
Planeamos reducir nuestras inversiones en el extranjero en cerca de un tercio. Vemos un cambio hacia las ‘joint ventures’ con empresas internacionales y localesYasir Al-Rumayyan, gobernador del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí
Todos quieren fútbol, pero a ver quién puede pagarlo
El grupo Mediapro busca inversores para gestionar un fondo de 1.000 millones de euros destinado a comprar derechos deportivos. Al conglomerado de medios no le falta experiencia en la cuestión, que fue precisamente la que lo convirtió en un gigante del sector. Contaba ayer su presidente, Tatxo Benet, que, cuando Jaume Roures y él, dos empleados de TV-3, empezaron, eran apenas “cuatro personas en un despacho de Barcelona”. Como en un garaje de California, vamos, pero con algo menos de caché.
Aunque no tienen que juntar 1.000 millones, un esfuerzo parecido tienen que hacer cuatro amigos futboleros, no ya para emprender, sino para costearse la suscripción televisiva del fútbol en los últimos años.