Las elecciones de EE UU las ganarán... las criptos
La bazuca de efectivo del sector para las campañas de Harris y Trump augura un trato más benévolo en la nueva etapa
La bazuca de efectivo apuntada por la industria de las criptos a las elecciones de EE UU probablemente será efectiva, igual que se podría partir una nuez con un cortador de diamantes. Sus detractores están a la defensiva, ya que tanto Kamala Harris como Donald Trump han hecho importantes promesas al sector. El único objetivo de las donaciones –crear un consenso político a prueba de balas en torno a las criptos que les otorgue seguridad regulatoria y legitimidad– probablemente tendrá éxito.
Un grupo que representa a la industria, Fairshake, gastó más hasta agosto en estas elecciones que el sector del transporte o la agroindustria en las de 2020. Con unos 200 millones de dólares hasta el 22 de septiembre, el total de sus contribuciones sigue el ritmo de los sindicatos y del sector que incluye petroleras, gasísticas, mineras y renovables.
El resultado es un Congreso y una futura Administración probablemente repletos de criptoaliados. Andreessen Horowitz apoyó a Trump, siguiendo su promesa de respaldar a los candidatos que se oponen a las regulaciones tecnológicas “equivocadas”. El cofundador Ben Horowitz también donó a Harris. Su homólogo en Fairshake, el cofundador de Ripple Chris Larsen, aportó más de 10 millones de dólares a la campaña de Harris.
Voces dentro de la industria no estaban de acuerdo con todas sus opciones de gasto. Fairshake anunció planes para gastar 12 millones contra el demócrata Sherrod Brown en una reñida carrera en Ohio. El multimillonario inversor en tecnología Ron Conway arremetió contra sus compañeros donantes de Fairshake por oponerse a Brown, y retiró su propio apoyo al grupo.
En este punto, los líderes de ambos partidos han hecho llamamientos explícitos a la industria de las criptos y a los votantes preocupados por el tema. Harris ha hecho de las criptos un elemento central de su llamamiento a los hombres negros, que poseen una cantidad desproporcionada de criptoactivos, mientras que Trump ha visitado reuniones del sector.
Tanto Silicon Valley como Wall Street esperan que Harris designe reguladores menos antagónicos con el sector que Gary Gensler, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores, la SEC. Trump, aunque personalmente se muestra escéptico sobre la utilidad de las criptomonedas, mantiene una estrecha relación con sus principales defensores en el Congreso e incluso ha asentido a objetivos más ambiciosos, como la creación de una reserva federal de Bitcoins.
En cualquiera de los dos casos, la legitimidad bien valdría el costoso cortejo: el Bitcoin subió alrededor de un 150% en 2023, ante la confianza en que se aprobarían fondos cotizados basados en él. El sello de aprobación del Gobierno estadounidense es un activo valioso.
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