Los mercados, en vilo ante un resultado electoral incierto
Aunque un mes no parezca mucho tiempo, aún pueden cambiar muchas cosas en la carrera presidencial
Quedan poco más de un mes para las elecciones presidenciales de EE UU, la expectación es máxima y se espera que aumente el impacto en los mercados financieros. La carrera por la presidencia sigue estando reñida, pero con la renuncia de Joe Biden como candidato demócrata y la nominación de la vicepresidenta, Kamala Harris, que ha aumentado el optimismo entre los votantes demócratas, las probabilidades han vuelto a inclinarse a favor de estos.
Seis de los 50 estados –Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin– podrían tener en última instancia la llave de la Casa Blanca. Los últimos sondeos muestran que Harris está ganando votos en dichos Estados, lo que hace que la carrera sea extraordinariamente ajustada. Además, después de que Robert F. Kennedy Jr. haya puesto fin a su campaña y se haya decidido por apoyar Trump, el impacto de los candidatos de terceros partidos será marginal. Aunque el candidato independiente obtuvo unos buenos resultados de en torno al 5% en la mayoría de los Estados disputados, queda por ver si Trump puede sacar partido del movimiento de Kennedy.
Las probabilidades de que Harris logre una barrida –se haga con la presidencia y controle tanto la Cámara de Representantes como el Senado– siguen siendo bajas, de tan solo un 10%, mientras que las opciones de que Trump lo consiga son más elevadas, de hasta el 45%, en mi punto de vista. Asimismo, considero que hay un 35% de posibilidades de que la candidata gane, pero con un Congreso dividido.
Las presidencias que se ven limitadas por un Gobierno dividido carecen de poderes legislativos, lo que reduce el impacto macroeconómico, independientemente de la agenda política del candidato ganador. Solo habrá consecuencias significativas para nuestras proyecciones macroeconómicas en el caso de que Trump logre la victoria total. La principal diferencia a nivel económico entre la agenda política de Trump y la de Harris es la gestión de los recortes fiscales que expiran en 2027, que Trump quiere prorrogar. Por lo tanto, en una barrida de éste, la extensión de los recortes de impuestos probablemente daría lugar a mayores crecimiento, inflación y tipos, pero tiene el potencial de suavizar el dólar mediante el debilitamiento de las instituciones monetarias y el empeoramiento del riesgo de sostenibilidad fiscal.
¿Y cómo podría afectar cada uno de los posibles resultados a los mercados? Si Trump obtiene una victoria completa, estaríamos ante el escenario posiblemente más bajista para la renta fija, lo que nos llevaría a recortar nuestra exposición a la duración en favor del riesgo de crédito. En este contexto, cerraríamos tácticamente las posiciones especulativas de duración en el segmento de alto grado de inversión, mientras que volveríamos a entrar con cautela en estadounidense, que se beneficiará de la ampliación de los recortes fiscales y de las políticas proteccionistas.
Por el contrario, en los mercados de renta variable, sería la victoria de Harris la que supondría unos riesgos mayores debido al potencial de subida de los impuestos de sociedades y el endurecimiento de la regulación. Por su parte, la vuelta de Trump probablemente se consideraría positiva, al menos en un principio, sobre todo para los valores cíclicos y los value.
Los resultados que salgan de las urnas también tendrán implicaciones en las materias primas. Si el republicano llega al poder, tendrá un efecto alcista para el oro en el caso de que los recortes de impuestos y el aumento del déficit presupuestario suscitaran preocupación por el endeudamiento.
También hay otra área que genera incertidumbre de cara a estos comicios debido a las políticas opuestas de los candidatos: la transición energética. Salvo para los nichos de mercado desde una perspectiva estadounidense, por ejemplo, el hidrógeno y la energía eólica marina, creo que cualquier viento político de cambio en la Casa Blanca traería mucho ruido y distracción, aunque es poco probable que traiga un cambio significativo en el panorama general.
Aunque un mes no parezca mucho tiempo, aún pueden cambiar muchas cosas, sobre todo porque los dos candidatos tienen la oportunidad de afinar sus mensajes económicos y sus planes políticos. Mientras tanto, no cabe duda de que las elecciones mantendrán en vilo a los mercados.
David Kohl es el economista jefe del banco Julius Baer.