Las claves: una nueva Comisión que genera dudas, y un cambio parcial de mentalidad en Amazon
No está claro si la cartera de la vicepresidenta Teresa Ribera, la que vigilará la competencia, seguirá siendo la más poderosa del organismo
La futura Comisión Europea tendrá cinco carteras relacionadas con la transición ecológica, con nombres a cual más largo y rimbombante: Clima, Cero Neto y Crecimiento Limpio; Medio Ambiente, Resiliencia del Agua y Economía Circular y Competitiva; Transporte Sostenible y Turismo; Energía y Vivienda; y Transición Limpia, Justa y Competitiva. No se sabe si eso indica una gran preocupación ecológica por parte de Ursula von der Leyen, o si es una forma de diluir el asunto, en atención al crecimiento electoral del escepticismo climático. Tampoco está claro si la cartera de la futura vicepresidenta Teresa Ribera, la que vigilará la competencia, seguirá siendo la más poderosa del organismo, o si tendrá que someterse a nuevas directrices más favorables a la concentración empresarial, como recomienda el informe Draghi.
El próximo Gobierno europeo deberá abordar además las diferentes posturas de los países y de la propia Von der Leyen en torno a la guerra comercial con China (y con EE UU). La debilidad de los Ejecutivos francés y alemán puede reforzar la visión de la Comisión, y en concreto de su presidenta, en la política del bloque.
Cambiar al coche eléctrico es bueno para la salud... pero también caro para el bolsillo
Restringir el uso de los vehículos de combustión en los entornos urbanos es sin duda loable y beneficioso para la salud humana y de la naturaleza en general, pero al hacerlo no se suele valorar lo suficiente el daño económico a los bolsillos de los menos pudientes, que se ven obligados a comprar automóviles de nuevo cuño para, simplemente, ir a trabajar. Así lo señala el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ha anulado varios preceptos de las Zonas de Bajas Emisiones del Ayuntamiento. La transición verde es conveniente e inevitable, pero debe tener en cuenta también el impacto en los más vulnerables.
Amazon aboga por la presencialidad... pero solo la de sus empleados
Resulta llamativo que una de las principales tecnológicas del mundo, Amazon, abogue ahora por el trabajo presencial, porque considera que aumenta la productividad (cualquier día nos sorprende diciendo que la tienda del barrio da un servicio más humano y eficaz). Cada vez son más los gigantes corporativos que apuestan por el retorno a las viejas costumbres. No deja de ser una forma de incomodar a los empleados, y quizá provocar bajas sin tener que recurrir a los despidos, en un entorno que ya da alguna señal de recesión. El consenso entre los expertos en teletrabajo (hay expertos para todo) es que una cierta flexibilidad beneficia a los empleados y a las empresas, puesto que mantiene los vínculos a la vez que facilita la conciliación con la vida personal.
[Los partidos del Gobierno italiano] abogamos por una nueva legislación del mundo de la información, debido a la irrupción de los gigantes de internet, el saqueo digital del ámbito editorial y audiovisual, o la propagación de las llamadas noticias falsas.Giorgia Meloni, primera ministra italiana
Un llamamiento para que vuelvan a los colegios la tiza y la pizarra
La educación ha cambiado mucho en las últimas dos décadas. Ahora muchos colegios presumen de ser bilingües, porque en lugar de matemáticas tienen mathematics. Y, por supuesto, todos han emprendido un notable proceso de digitalización. Si esta comenzó con clases de informática, donde los niños aprendían a usar el Word en un ordenador cuya pantalla tenía un alto equivalente a su profundidad y su ratón una bola de plástico (un notable proyectil), ahora se usan tabletas y móviles en las aulas. No a gusto de todos: la Agencia Española de Protección de Datos desaconseja el uso de los móviles para fines pedagógicos en los colegios si existe otro medio “menos invasivo”. Ya puestos, argumentarán los más puristas, que vuelvan la tiza y la pizarra analógica.