Sin pausas en la rehabilitación
Más de la mitad de las viviendas habituales en España son susceptibles de reforma
La crisis de la vivienda no es específica de España, pero el problema en nuestro país se prolonga durante dos décadas. Primero fueron los precios de la burbuja inmobiliaria. Después fue la falta de perspectivas tras la Gran Recesión. Tras la pandemia la economía ha dado un ligero respiro a los ciudadanos, excepto por el sobresalto energético y la inflación, pero el mayor escollo que encuentran los jóvenes para conseguir una vivienda en propiedad es la falta de oferta y los precios disparados que conlleva esa situación. No hay suficientes pisos en venta ni de obra nueva ni de segunda mano. Las constructoras, escarmentadas tras el pinchazo de la burbuja y ante la escasez de suelo, levantan menos edificios de los que necesita la población. El Banco de España calcula que hacen falta algo más de 600.000 viviendas para equilibrar el mercado: cada año se construyen en nuestro país unas 100.000 casas, que resultan insuficientes para satisfacer a los algo más de 150.000 nuevos hogares.
La otra alternativa que ofrece el mercado es el alquiler, pero el auge de las viviendas turísticas y la escasez de oferta asequible también lo hace inaccesible para muchos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha fijado la política de vivienda como uno de los ejes principales de esta compleja legislatura. Ha prometido un paquete de medidas entre las que figura la creación de un parque público de 184.000 viviendas de alquiler asequible. La otra gran estrategia del Ejecutivo consiste en un plan estatal de rehabilitación de edificios y viviendas para el que se han reservado 3.500 millones de euros de los fondos europeos del plan de recuperación. Este programa está ligado a la mejora de la eficiencia energética de los edificios y su accesibilidad y tiene un tratamiento especial para los inmuebles situados en zonas vulnerables.
Las estadísticas del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos revelan que la rehabilitación está mejorando a pasos de gigante en España. Durante los primeros seis meses se han solicitado algo más de 30.000 visados para estas actividades, lo que suponen el 80% de todos los del año anterior. Aun así, el ritmo resulta insuficiente. El sector calcula que más de la mitad de las viviendas habituales en España son susceptibles de reforma, porque se construyeron antes de 1980. Las competencias de vivienda están en manos de las comunidades autónomas y, por tanto, sería deseable una marcha más de los responsables autonómicos en estas políticas. También se debería esperar mayor celeridad del ministerio si quiere cumplir con su objetivo de alcanzar la cifra de 300.000 viviendas rehabilitadas al año en 2030. El reto de la vivienda es de todo el país y requiere del concurso, sin pausa, de todas las administraciones.