Las claves: X no gusta a casi nadie, pero casi nadie se atreve a irse, y la comida cuesta menos... puntos porcentuales
Musk y Trump se encuentran en una entrevista en la red social, con la que intenta competir la plataforma del presidente
Donald Trump, con su cinismo habitual, reconoce que ha pasado de estar en contra de los coches eléctricos a estar a favor... solo porque Elon Musk, fundador de Tesla, es uno de sus principales mecenas. Musk, por su parte, se muestra contrario a las subvenciones del Estado en general, pero mantiene su actividad de presión en favor de las ayudas a los vehículos de batería. Ambos se encontraron el lunes en una entrevista en X, la red social con la que intenta competir Truth, la plataforma del candidato. Aspiran al mismo nicho de mercado, por lo que quizá una fusión convendría a ambas, sobre todo tras el hundimiento de Truth en Bolsa.
En paralelo, el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, exigió (preventivamente, y sin consensuarlo con el resto de la Comisión) a Musk que la entrevista a Trump cumpliera con la legislación europea de servicios digitales, en cuanto a contenidos de desinformación u odio. Paradójicamente, Breton hizo pública su carta al empresario en la propia X, igual que Joe Biden anunció en ella su renuncia. A casi nadie parece gustarle demasiado la antigua Twitter, pero casi nadie parece tampoco dispuesto a irse de ella.
El gas sube de precio... también cuando avanza Ucrania
La geopolítica de la energía es compleja: por ejemplo, ahora está subiendo el precio del gas... porque Ucrania está avanzando en el frente. Y es que Europa sigue importando gas ruso a través de una tubería que ninguno de los dos bandos tiene intención de dañar (por distintos motivos), pero el riesgo de que suceda sin querer asusta a los mercados.
No es fácil romper del todo la dependencia del combustible ruso, pero sorprende que, tras más de dos años de guerra, pueda ser una noticia negativa para las importaciones europeas que a Ucrania le vaya algo mejor en el conflicto. Un recordatorio de que en las guerras no gana casi nadie.
Vivir y comer cuesta más dinero (pero menos puntos porcentuales)
Comer y vivir (si se permite la distinción) sigue costando cada vez más dinero. La buena noticia es que aunque sea cada vez más caro, es un poco menos caro. No es un error, son los caprichos de la estadística: la inflación de los alimentos retrocedió más de un punto en julio, hasta el 3,1%. Esto es, que los alimentos cuestan un 3,1% más que hace un año, pero al menos el ritmo del encarecimiento es menor.
Difícil consuelo cuando se afrontan los pasillos del supermercado, y prácticamente nulo cuando se aspira a costearse una botella de aceite. En esta menor subida –que no bajada–ha participado especialmente, y valga la contradicción, el aceite de oliva, que ha acusado la suspensión del IVA en su precio.
La frase
La City de Londres ha seguido demostrando una gran resistencia en su capacidad para soportar el impacto del Brexit mejor de lo esperadoPascal Donohoe, presidente del Eurogrupo y ministro de Gasto público de irlanda
El móvil y las rabietas de los niños, como el huevo y la gallina
¿Qué es antes, el huevo o la gallina? ¿El enganche al móvil genera vacío existencial, o es el vacío existencial el que lleva a la adicción al telefonino? Un estudio señala ahora que a los niños que tienen más rabietas, se les dan más aparatos con pantallas para entretenerse, lo cual impide que gestionen las emociones en sí, y por tanto crea un círculo vicioso con más rabietas y más pantallas.
Por supuesto, al final los niños se comportan en general como lo hacen los padres, que disimulan su propia irritación, quizás, escribiendo en las redes sociales (o comprándolas... o censurándolas). Las pantallas tienen una enorme capacidad para absorber la atención, pero la rabia no se acaba simplemente matando al perro, porque aparecerán otros.
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