Los problemas de Boeing no han terminado
El expediente de Justicia destaca que las familias de las víctimas pedirán a un juez que rechace el acuerdo, y la firma sigue siendo responsable de cualquier percance posterior
Boeing se declarará culpable de conspiración delictiva fraudulenta. Como parte del acuerdo con el Departamento de Justicia de EE UU, pagará una multa de 244 millones de dólares y destinará 455 millones a seguridad en los próximos tres años.
El acuerdo es la culminación de una investigación sobre si Boeing violó los términos de un trato previo, de 2021, que aplazaba el procesamiento por engañar a los reguladores en torno a dos accidentes de los 737 MAX. El viejo acuerdo acusaba a los empleados de Boeing de “conducta fraudulenta y engañosa”. El nuevo incluye una acusación penal contra la propia firma.
Esto plantea complicaciones potenciales, aunque, a priori, nada que Boeing no haya superado antes. A los delincuentes se les suele prohibir obtener contratos públicos, que apuntalan el crucial negocio de defensa de la firma. Pero esta puede recibir exenciones para seguir tratando con Washington, y se ha encogido de hombros ante anteriores amenazas. Ya está hablando con Defensa sobre cómo podría verse afectada. Esta parte de los beneficios parece segura.
Pero cualquier alteración podría agravar mucho sus problemas. La acción ha caído un 43% desde el primer accidente, en 2018; el Gobierno limitó su tasa de producción de 737 MAX a 38 por mes; Airbus está ganando cuota. Claro, se espera que los ingresos netos alcancen los 9.500 millones en 2028, lo cual hace que el gasto de seguridad extra sea una gota en el océano. Pero esa previsión supone un ambicioso aumento de 18 veces desde 2024. Si los pedidos se retrasan aún más, o si hay nuevos golpes a la credibilidad, el alza de los beneficios podría estancarse. El lunes, la acción perdió las ganancias iniciales al conocerse una nueva inspección gubernamental sobre máscaras de oxígeno potencialmente defectuosas.
Además, no hay nada específico que sugiera que el impuesto financiero del Gobierno venga con la promesa de que este sea el final de los males de Boeing. El expediente de Justicia destaca que las familias de las víctimas pedirán a un juez que rechace el acuerdo. Además, Boeing sigue siendo responsable de cualquier percance posterior, como el reventón de un panel en un vuelo de Alaska Airlines a principios de año, o las denuncias de informantes sobre la laxitud de las normas de fabricación. Al nuevo jefe le esperan viejos problemas.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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